Todas las hadas del reino de Laura Gallego

En un mundo de bosques ancestrales, objetos encantados y pruebas de valor a vida o muerte, la magia puede convertirse en un arma de doble filo...

Camelia es un hada madrina que lleva trescientos años ayudando con gran eficacia a jóvenes doncellas y aspirantes a héroe para que alcancen sus propios finales felices. Su magia y su ingenio nunca le han fallado, pero todo empieza a complicarse cuando le encomiendan a Simón, un mozo de cuadra que necesita su ayuda desesperadamente. Camelia ha solucionado casos más difíciles; pero, por algún motivo, con Simón las cosas comienzan a torcerse de forma inexplicable...

Libro único

Datos adicionales: Ya a la venta Penguin Random House Montena 480 páginas

Sobre la autora:

Laura Gallego García (11 de octubre de 1977) es una escritora española de literatura infantil y juvenil.

Este libro es bello. Bien puede formar parte de las colecciones de cuentos de hadas tan famosas de las cuales se nutre. Todas las hadas del reino es una novela que se sitúa en un mundo donde todas las historias que conocemos sobre las hadas y los seres sobrenaturales son reales: desde el Gato con Botas, La Cenicienta, Hansel y Gretel, Caperucita Roja, La Bella Durmiente, hasta El Pájaro de Oro, etc. Esto no quiere decir que sea un retelling de alguno de estos relatos en particular, sino que toma los elementos más ricos y construye una historia sobre estas bases.

Camelia es una de las siete hadas madrinas que comprenden las necesidades de los humanos y que ayudan a todos ellos, dando dones y guiándolos hasta ver sus finales felices. A medida que ven llegar estos cierres tan preciosos, y se permiten decir "que coman perdices", nuevos ahijados llegan a sus vidas. Nuestra protagonista es la más trabajadora hada, y la más humilde, porque nunca pide el reconocimiento de sus logros. Claro que, un gracias de vez en cuando, no vendría mal... Su mayor cualidad es saber unir a la plebe con la realeza y es por eso que la coqueta hada Orquídea, decide sacarse de encima a su ahijado pobretón dándole el trabajo a Camelia. Pero, este chico le traerá muchos problemas, inesperados y con consecuencias terribles.

La novela te transporta a un mundo precioso donde a todo el mundo le gustaría vivir (si existieran los baños, claro). Y es que la pluma de Gallego nunca te decepciona, ¡vamos que la quiero en la Feria del Libro 2016!. La historia está escrita de una manera exquisita, sus capítulos son cortísimos, es tan rica en detalles y en escribir escenas justas, sin pesadas descripciones ni diálogos redundantes. Tiene un excelente ritmo y te atrapa completamente.

Camelia es un excelente personaje principal, logra evolucionar, cambiar, emocionar y justo cuando creías que estaba cayendo en un estereotipo, te sorprende. Otro personaje que también me ha encantado (y desde el principio), ha sido Ren, un Ancestral, un animal parlante que puede transformarse en humano cuando lo desea (además de magia y otras cosas que también posee). También he de mencionar a Simón, que tiene un lugar muy relevante en la novela, su princesa Asteria, que no me ha caído nada bien, Gardenia, que a pesar de cómo la tratan las otras hadas, es la más sabia; Lila, que me decepcionó un poco; Orquídea, que es insoportable; y Rosaura, que hubiese sido también un gran personaje, si se le concediesen más páginas. Pero mi favorito de todos es Ren, lo amo ♥

Hay un antes y un después en este libro. En el medio se produce un cambio gigantesco (no voy a contarles qué es), que cambia totalmente el rumbo de la historia y que... me dejó bastante mal. Simplemente cerré el libro y lo dejé estar un par de horas. No podía aceptar lo que pasaba, me parecía demasiado triste. Luego, cuando superé mi pequeño bloqueo, retomé la lectura y entendí que la iniciativa de Gallego era la correcta, si no lo hubiera hecho, esta novela no hubiera pasado de una linda historia y nada más; pero es en ese cambio (que ni siquiera puedo tildar de brusco, porque había bastante señales -que solo pude ver después- de que tal cosa iba a ocurrir) en donde se nota la dualidad que la autora trataba de imprimir desde un comienzo, haciendo así que una bella historia, se convirtiera en una obra de calidad.

Desde ese cambio en la mitad de la novela, el resto ha tenido un sabor agridulce para mí. Incluido el final, el cual cierra perfectamente la historia. A pesar de todo esto, que podría parecerles negativo, pero que no me lo resulta, quedé totalmente encantada del libro (aunque todavía me siento triste). Por esto mismo, se los recomiendo.

Gracias a la Editorial por el Ejemplar.