Dulce mal de Wndy Higgins

Entrégate a lo prohibido.

Entrégate a una saga que aturdirá tus sentidos.

¿Qué pasaría si hubiera adolescentes cuyas vidas literalmente dependieran de ser una mala influencia para los demás?

Esta es la realidad de los hijos e hijas de los ángeles caídos.

Anna Whitt es una dulce chica sureña que nació con el sexto sentido de ver y sentir las emociones de los demás. Ella sabe que en su interior se libra una batalla, un inexplicable impulso la arrastra hacia el peligro, pero, definitivamente es una chica buena, siempre se ha escudado en su lado angelical para compensar la oscuridad interior. Ante su cumpleaños número dieciséis y la aparición del atractivo Kaydan Rowe, descubre su aterradora herencia y su voluntad es puesta a prueba. Él es el típico chico sobre el que tus padres te han advertido desde niña. Si tan sólo alguien hubiera advertido a Anna...

Cuando deba enfrentar su destino, ¿ella optará por su lado bueno o por su lado malo?

The Sweet: 1. Dulce mal 2. Dulce peligro 3. Dulce final 4. Sweet temptation

Datos adicionales: Ya a la venta Destino Planeta 424 páginas

Sobre la autora:

Wendy Higgins es una escritora estadounidense, licenciada en Escritura Creativa.

Portarse mal tiene un atractivo especial, les mentiría si les dijera que no fue por eso que me puse a leer el libro. Sin embargo, la protagonista Anna desea resistirse a la oscuridad que le corre por la sangre. En Dulce mal nos encontraremos una trama interesante y un elenco de pecados hechos personajes.

A diferencia de otras historias sobre nephilim, en esta novela tendremos personajes oscuros, que encarnan pecados (como la lujuria, la avaricia, etc.) y que se dedican a corromper a los humanos. Anna debería hacer lo mismo, pero no sabe qué es y no lo descubrirá hasta conocer a Kaydan, un baterista guapo al que no se podrá resistir. Pero, hay esperanza para ella, ya que no es igual al resto de los Neph.

Nuestra protagonista es un cliché andante, es la típica inocente rubia que está buenísima, pero no intima con nadie y siempre se saca buenas notas. Y como todo cliché, comienza a cambiar cuando conoce al típico chico malo, buenorro, que tiene a todas las chicas muertas y que, además, es muy talentoso. También tenemos al amigo fiel, pero gracias a los cielos no está enamorado de la prota. Otros personajes, amigos de Kaydan ingresarán a mitad de la novela para crear algo de tensión y celos (se ve un triángulo amoroso acercándose).

Si los protagonistas no fueran suficiente barrera para desistir en la lectura, a eso se le suman los conflictos con "el didactismo" reinante: no a las drogas (¿¿¿pero sí al alcohol???), ser virgen y otras más. Estos mensajes hacen que la idea general de la trama entre en conflicto, aunque ya casi al final se delineará la clásica lucha entre el bien y el mal.

Aún a pesar de estos dos grandes puntos flojos, me encontré disfrutando muchísimo de la lectura, ya que la narración es muy sencilla y agradable, con pocas vueltas argumentales, pero descripciones preciosas y diálogos agudos. La novela se lee de un tirón y te atrapa, porque puedes estar odiando a Anna, pero querrás saber el final.

Dulce mal es una apuesta arriesgada, puede gustarte o no, pero no te dejará indiferente. Debería colocarse un cartelito que diga "Consuma bajo su propio riesgo". Espero que esta saga mejore en las siguientes novelas, porque me divertí bastante leyendo este libro, sin detenerme en todo lo que mencioné anteriormente, claro.

Por cierto, detesto las portadas de esta saga.