Martín Fierro de José Hernández

jueves, 10 de enero de 2013


Escrito enteramente en octosílabos,  Martín Fierro canta reclamando la atención de todos, primero autodescribiéndose, luego retrocediendo para contarnos su pasado brevemente feliz (en donde tuvo mujer e hijos), hasta llegar al momento de su reclutamiento forzoso.
En un fortín, Fierro conoce la bravura del indio, con los cuales se debía batir cuerpo a cuerpo. Allí todo era corrupción, así que cansado de todo esto, roba un caballo y huye. Ansioso fue hacia su rancho, pero solo encontró ruinas. Será entonces que al escuchar que le habían quitado las tierras y los animales, que su mujer se había tenido que ir con otro, y que sus hijos tuvieron que emplearse, Fierro se convierte en un gaucho matrero (rebelde).
Desde ese momento, su vida se embarrará de alcohol y juego. Será perseguido por la justicia, luego de que pelee y mate a dos hombres. Refugiado en los pajonales, una noche, la policía lo encuentra. Será un combate desigual, pero la fuerza de Fierro logra despertar la admiración del sargento del grupo policial, llamado Cruz, quien se pone de su parte, derrotando así al resto.
Cruz le narra su vida, que es parecida a la de Fierro. Ambos deciden entonces internarse en tierras de indios autoexiliándose.
Hernández logró crear un gaucho convincente mediante la comparación y la metáfora, revindicando la imagen que se tenía de este tipo de personaje. Y es que en sumativa, su fin era crear una consciencia social y un reclamo.

La vuelta del Martín Fierro

Luego de siete años, Hernández escribe el regreso de Fierro, más moderado tanto el autor como el personaje. La historia comienza con Fierro y Cruz viviendo en las tolderías mapuches.
Cruz muere de viruela y Martín Fierro se encontrará con una criolla que fue raptada por los indios (la Cautiva). Sacando coraje, se enfrenta con uno de los mapuches a quien logra asesinar. Así Fierro se despide de su vida salvaje.
En una estancia, deja a la mujer a salvo y sigue solo su camino. Como no puede ser de otra manera, irá a una pulpería y allí se re encontrará con sus queridos hijos y con el hijo de Cruz. Se podrá ver entonces un cruce de historias, de las cuales se escuchará los famosos consejos del Viejo Vizcacha. Ya para cerrar, y para obtener un pequeño momento de gloria, Fierro deberá enfrentarse en una payada con el hermano menor del gaucho negro que él había asesinado en la Ida.
Más allá de las críticas que esta segunda parte ha tenido, la obra por completo ha sido reconocida por Argentina como uno de sus mayores exponentes en la Literatura. Así que no puede faltar en las bibliotecas de todos los hogares.

2 comentarios:

  1. Es increíble que tengas reseñado esto, de veras. Supongo que es por aquello de que eres argentina, pero, de verdad, bravo por ti. Leer reseñas como esta le sube la moral a una filóloga como yo. ¡Aún hay esperanza en el mundo! ♥

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  2. Lo leí cuando era muy chica. Después de leer tu reseña tengo ganas de volver a leerlo

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