Vodka con limón de Aldo Tulián

Irina era astróloga y supo que los astros no le sonreían aquel día. Tenía razón: la policía la encuentra muerta con un disparo en la sien. La investigación lleva a muchas lados: a sus amigos, sus vecinos, las conquistas amorosas de Irina. Una trama policial que avanza en su develación del misterio, entre la astrología y el humor.

El argumento de la novela es sencillo y por lo tanto todo se vuelve complicado para el inspector Riquelme cuando tiene que descubrir al asesino de Irina, una astróloga capaz de predecirlo todo, incluso su propia muerte. Los giros que va dando el argumento son muy originales y la trama entretetiene mucho con sus hojas estilo comic y sus chistes ácidos. Como novela policial para los jóvenes viene de maravilla. Contiene un toque variado de amor, misterio y humor. Para todos los gustos.

Irina la astróloga se lleva todos los premios, a pesar de estar muerta. Sus pestañas capaces de sacudir las nubes y su elegante seducción son centro de chistes geniales. También se roba mucho el protagonismo Pablo y Piotr. ¿Y los detectives? Bueno, ellos llevan a cabo su función con increíble sagacidad (risas y más risas).

En el final, un pequeño espacio en donde Irina está en el cielo, se volvió pronto mi parte preferida. A pesar de contar tan sólo con un par de párrafos y unos cuantos diálogos. Y es que Irina se encuentra con San Pedro y le empieza a coquetear como si nada. Por supuesto, el chiste final es sobre la astrología.

Sobre eso, Aldo Tulián escribe una pequeña dedicatoria, que se ha reproducido en la novela de una manera fantástica a estilo firma: "A la astrología hay que tomarla como al baño turco: de vez en cuando y no muy en serio. Sino, hace daño".

Especial para leer un domingo o un día de lluvia en la cama. Esta novela le levanta el humor a cualquiera.