El viernes (01/02/13) la temperatura alcanzó los cuarenta grados y luego de una asfixiante semana, aterrizó en la provincia de Buenos Aires (Argentina) una tormenta que hizo bajar la temperatura al menos quince grados en dos horas.
Lo peor de la tormenta, que se desató alrededor de las diez de la noche, fueron los corte de luz, inmediatos, que dejó a mucha gente sin poder cerrar correctamente sus viviendas y protegerse de la lluvia y del viento. Primero, las nubes, luego los rayos (relámpagos y truenos), las ráfagas de viento que destruyeron casas precarias, construcciones en proceso, arrancaron postes, cables y árboles de gran tamaño; por último, la lluvia.
Lo peor de la tormenta, que se desató alrededor de las diez de la noche, fueron los corte de luz, inmediatos, que dejó a mucha gente sin poder cerrar correctamente sus viviendas y protegerse de la lluvia y del viento. Primero, las nubes, luego los rayos (relámpagos y truenos), las ráfagas de viento que destruyeron casas precarias, construcciones en proceso, arrancaron postes, cables y árboles de gran tamaño; por último, la lluvia.
Durante la semana, muchas ciudades de la provincia estuvieron sin luz y sin agua por exceso de consumo, como bien les contaba ayer en una entrada. Con la excusa del temporal, estuve desde las diez de la noche hasta las ocho de la mañana sin luz, para que luego se cortara de nuevo a las once de la mañana y volviera a la una del mediodía.
Así que, a partir de ahora, dejaré un par de entradas programadas, para preveer próximos casos. Ya que estas situaciones, no son nada inusuales. Lo bueno es que he sobrevivido a una noche tormentosa, con calor y sin nada de aire fresco, escuchando las sirenas de los bomberos, la policía y las ambulancias que trataban de ayudar a gente con menos suerte que la mía.
¡Habrá NannyBooks para rato! (esperemos)
¡Aquí en Uruguay fue terrible!
ResponderBorrarSi, lo vi en las noticias.
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