Eragon de Christopher Paolini

Leí Eragon mucho tiempo después de ver la película. Los dragones no me entusiasmaban precisamente, pues me había quedado con los Nazgûl y el dragón Smaug de Tolkien, que caracterizaban la maldad alada. La idea de una dragona buena montada por un campesino humano no me llamaba mucho la atención. Sin embargo, al ver el fantástico mundo que Paolini había creado, decidí darle una oportunidad.

En Alagaësia,  nos encontramos con Eragon (quien obviamente será el protagonista de esta novela). Mientras cazaba en un bosque prohibido, halla una especie de zafiro de un tamaño descomunal. Intenta venderla infructuosamente al carnicero del pueblo Carvahall para intercambiarla por carne. Eragon era muy pobre, vivía en una granja pequeña con su tío Garrow y su primo Roran. Sin poder intercambiarla, a Eragon no se le ocurre nada mejor que llevarla a su hogar.

Durante una noche, la gema (que en realidad es un huevo) se rompe, liberando a un pequeño bebe dragón. Con el paso de los días, la dragona (pues es hembra) crece desmesurablemente y le es imposible esconderla. Por cierto, se llama Saphira.

Pero no será ése el verdadero problema: el malvado rey Galbatorix desea recuperar el huevo de dragón y manda a sus huestes malignas para recuperarlo. Es así como los Ra'zac (monstruosas criaturas capaces de horribles fechorías) asesinan a su tío y destruyen su granja. Será un misterioso anciano "cuentacuentos", llamado Brom,  quien ayudará a Eragon a escapar. Será él quien le avise de la maldad que se esconde en el reino y de lo que ahora es ha convertido: pues Eragon es un Jinete de Dragón. 

Sin contarle mucho acerca de su historia, Brom comienza a enseñarle varias cosas a su nuevo pupilo: entrenamiento físico, uso de magia, combate y lenguaje... (Falta que le enseñe etiqueta). A pesar de ser un buen alumno, durante la aventura, pronto se olvidará de las indicaciones fundamentales que su maestro le ha enseñado. 

Una vez llegados a Teirm, Brom se reencuentra con su amigo Jeod y Eragon conoce a Angela, otro personaje enigmático que junto a su fantástico gatito aparecerán en momentos claves del futuro del héroe. Sin embargo, no será hasta Dras-Leona en donde Eragon realmente combata. Un nuevo misterioso personaje, llamado Murtagh, los ayudará, pero Brom gravemente herido muere pronto (luego de revelarle al muchacho, que en su juventud también fue un Jinete). A partir de ese momento será Murtagh su nuevo acompañante de viaje. Su nueva misión será encontrar a los Vardenos, quienes luchan continuamente contra el rey rebelándose.

Pero en Gil'ead será Eragon capturado y allí lo cautivará una mujer joven y hermosa que ve en sueños. Cuando logra escapar, descubre que la mujer de sus sueños es una elga que está inconsciente y presa allí también. Así que Saphira y Murtagh no solo rescatan a Eragon, sino que también a la elfa, quien luego sabremos que se llama Arya y está envenenada. Telepáticamente la elfita le dice como llegar con los Vardenos en donde podrán curarla.

Con algunas dificultades y peleas internas llegan a Farthen Dûr, en donde se encuentran con los Vardenos mientras un ejército de Urgalos los persigue. Será entonces cuando Murtagh nos revele su gran secreto: es hijo de Morzan.

Los Vardenos le salvan la vida, pero arrestan a Murtagh por no permitir que lean su mente. Eragon conoce a Ajihad, el lider de los Vardenos, a Nasuada, la hija de éste, y a Hrothgar, el rey de los enanos. A pesar de la magnífica ciudad que allí ve, la paz entre enanos, humanos y elfos no está bien equilibrada, por lo cual Eragon se verá inmerso en una lucha de poder.

Galbatorix no se hará esperar demasiado y envía un ejército encabezado por Durza (un Sombra que conocimos anteriormente en la prisión de Gil'Ead). Los malos logran entrar a la fortaleza y una sangrienta batalla comienza. Durza pelea con Eragon y lo lastima fuertemente en la espalda, sin embargo, con un poco de suerte, nuestro héroe logra asesinarlo.

Inconsciente, Eragon se pierde la victoria que causó, mientras tiene alucinaciones con la maldad de Sombra. Telepáticamente le llega la voz de El Lisiado que está ileso (así se hace llamar) quien lo ayuda a despertar. Sabiendo que tiene que ir con los elfos para encontrarlo, la novela parece casi terminar, pero nos queda para el final dos sorpresas: Murtagh desaparece y el lider Ajihad muere, sucediéndole en el poder su hija.

La novela posee una rica creatividad, aunque algunas temáticas y pequeños detalles podamos relacionarlos con otros libros. Como es una saga, es normal que los detalles que proporciona el argumento sean pocos y escasos. En síntesis, es muy entretenida y tiene cierto cariz de grandeza. Sin embargo, no se esperen encontrar con un Señor de los Anillos. Los personajes son agradables y bastante creíbles, aunque le falta una maduración a Eragon. La presencia de Saphira es destacable y junto a otras apariciones mágicas, hacen mucho más amena la lectura. Sin dudas, Christopher Paolini tiene un gran futuro por delante.