Prohibido suicidarse en primavera de Alejandro Casona

La obra de teatro de Alejandro Casona nos cuenta la historia de la clínica El hogar del suicida en tan sólo tres preciosos actos. Dos enamorados caen por casualidad en la clínica y contagian a todos el aire del amor. Al principio, ambos estaban muy contrariados pues como periodistas (y como personas moralmente normales) les parecía horrible la idea de una casa dedicada al acto del suicidio. Luego vemos que no es tan así...

El doctor Roda y su ayudante Hans se mantienen en vigilia monitoreando a los pobres pacientes que fueron allí con el propósito de suicidarse aunque no están convencidos o no se animan a hacerlo. A este equipo se le une Alicia, quien pide el puesto de enfermera. Los pacientes más sensacionales son: El Amante Imaginario, que tiene el corazón roto y es ex empleado de banca, El Profesor de Filosofía, que nunca aparece en realidad, y La Dama Triste, que está desilusionada de la vida superficial.

Más adelante, conoceremos a Juan, quien es el hermano del reportero Fernando, tiene problemas de autoestima y está enamorado secretamente de Chole; y a El Padre de la Otra Alicia (la cual no es la enfermera) que tiene una historia muy triste al respecto de su hija. Ya a finales del segundo acto, Chole y Juan mantienen una conversación. Ella decide suicidarse en el lago, pero Juan la salva... Sin embargo, Chole cree que fue Fernando quien lo hizo.

En el tercer acto, vemos que el escenario comienza a cambiar. El sanatorio será remodelado, El amante imaginario se cura y acepta un puesto en el periódico, El doctor de la filosofía y La Dama triste se enamoran, y planean su luna de miel en Suiza. 

El triángulo amoroso se resuelve de una manera un tanto extraña para mi gusto: Chole le pide matrimonio a  Juan, pero este no acepta. Finalmente, ella se va acompañada de Fernando.

Juan agarra la pistola que tenía desde el principio y se propone terminar lo que vino a hacer. Pero en ese instante aparece Alicia, la enfermera, con un cartelito que dice "Prohibido suicidarse en primavera", le quita el arma a Juan, y ambos caminan juntos hacia el lago para tirarla.

Una preciosa historia, como solo Casona nos puede contar. Con el mismo estilo que utilizó para sus obras La tercera palabra, La barca sin pescador y Siete gritos en el mar. Esta es una de mis obras de teatro preferidas, por la construcción tan rica de sus personajes y por las antítesis tan marcadas que presenta.