El trasluz de María Cristina Ramos

viernes, 28 de febrero de 2014

Título: El trasluz
Autora: María Cristina Ramos
Editorial: SM
Sello: Gran Angular
Páginas: 145
Contraportada: Todo puede ocurrir en Río Errante, donde los lugareños saben renacer de las catástrofes naturales. Y el amor, que es promesa, ensueño o abismo, los atraviesa. Así, dos historias se abren paso: mientras un forastero llega en busca de un amor tardío, dos jóvenes se encuentran en una relación que los deslumbra y los abruma a la vez. Una novela de cotidianos desafíos que invita a recalar en la poesía.

Mi experiencia con el libro:

Sobre la autora:


María Cristina Ramos vive en Neuquén. Ha publicado más de cincuenta obras de literatura infantil y juvenil. Desde 2002 dirige la Editorial Ruedamares. Ha publicado también en Colombia, Perú, Chile, México y España. Por su obra ha recibido numerosos premios y distinciones.
Es imposible no enamorarse de la pluma de Ramos... Es como leer poesía. Y no hablo de que la narración sólo contiene un par de metáforas, no no no. Cada frase de esta historia está cuidada, delineada y estilizada.
"-Y la Santa Rita los cumple?
-Sabe cumplir, pero hay que tenerle paciencia y recordárselos. Los deseos la hacen crecer.
-Pero con mis deseos puede llegar a cubrir todo el vivero...
-Ah, es que hay que tener cuidado, porque después hay que hacerse cargo de lo que pediste."
En Río Errante, un pequeño pueblo alejado de la ciudad que depende de sí mismo, la naturaleza parece desatarse con fuerzas renovadas cada día. Sin embargo, los pobladores aceptarán su situación y sacarán lo mejor de su unidad. Allí vive Matías con su tía Emilia. En las primeras páginas veremos cómo es su crecimiento bajo las reglas de la tempestad. Cuando la novela comienza a contar su verdadera historia, Matías ya es un joven predispuesto para el trabajo... y para el amor. Sin embargo, esta no es solo la historia del muchacho. Conoceremos también la de Emilia y el porqué habla mientras duerme; y la de Etelinda, una señora que ha sido abandonada a su suerte de niña y que ahora está abstraída en su mundo personal donde siempre ve caer nieve.
La novela tiene una narración perfecta que, repito, es poética, tanto en sus descripciones como en sus diálogos. Pero no se puede decir que es lineal, ya que los sucesos van y vienen, como los recuerdos. Tiene un aire de campo, de pueblo viejo, que produce nostalgia y añoranza. Las cosas van sucediendo de a poco, sin vértigo. El lector irá familiarizándose con los personajes y se sorprenderá cuando menos lo espere.
"No sé por qué la vida trae lo que trae y por qué uno elige un camino y no el otro, el que se queda esperando como una herida abierta lo que uno tal vez debió hacer."
Hay dos historias románticas: una de ellas es juvenil, lo quiere todo ya, pero no sabe qué; la otra es tardía, ya pasó el tiempo de los planes en susurros, ahora es el momento de construir lo definitivo. No puedo decir cuál de las dos es la mejor, pero ambas logran que el lector suspire y, por qué no, que anhele.
Pero más allá del amor, también está la historia de superación, de amistad, de agradecimiento. Sí, la de Etelinda, un personaje que supo ganarse un lugarcito en mi corazón. Es imposible no conmoverse ante la historia de esta mujer y su avance, como pasos de tortuga, en busca de la felicidad.
Recomendar esta novela es muy fácil, realmente merece la atención. Es difícil decidir por qué. ¿Por la narración? ¿Por los personajes? ¿Por la historia? Por todo eso, sí. Una novela diferente, con toques de realismo mágico, con miradas poéticas y con una caricia hacia lo viejo.


4 comentarios:

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