Carolina se enamora de Federico Moccia

Carolina es una chica como las demás: quiere hacer más cosas de las que sus padres le permiten, su paga semanal nunca le alcanza para todo lo que le gustaría, quiere una moto para poder moverse con libertad y tiene la cabeza llena de ideas propias que nunca encajan con las de los adultos...

Alegre y optimista, su vida transcurre entre sus amigas, con las que comparte los días y los sueños, el instituto, los exámenes, las fiestas y la familia. Pronto llegarán los primeros besos, robados en la penumbra del portal, la música que suena siempre en el momento adecuado y cuya letra siempre parece contar su historia. ¿Y el amor? ¿Cómo es el amor verdadero? Cuando conoce a Massimiliano parece que la pregunta va a responderse al fin, pero lo que Carolina no sabe es que el amor también puede hacer mucho daño y que no está preparada para lo que va a ocurrir.

Libro único

Datos adicionales: Ya a la venta Planeta 584 páginas

Sobre el autor:

Federico Moccia (11 de noviembre de 1963) es un escritor italiano. Trabajó previamente como director y guionista de programas de televisión.

Este es un libro que ustedes han elegido que reseñe. ¿De qué estoy hablando? Del desafío Decidme qué reseño. Y les tengo que decir, ¡que ha sido la experiencia más aburrida que he tenido en los últimos meses! Espero que los otros libros del desafío no sean tan... tan así.

Ya partiendo del hecho que la protagonista tiene trece años y que conoce al amor de su vida, el resto de la historia no podía ser más cursi. Carolina está atravesando la clásica faceta de la adolescencia en donde estás insatisfecho con el mundo entero, te crees el ombligo del mundo y lo que te pasa o lo que sientes es abismalmente intenso.

Una sola palabra: bodrio. Aburrimiento en niveles extremos, donde me parecía más interesante el color del techo de mi habitación (¿es color hueso o tiza?) que lo que me contaba Carolina... Además, haber resumido todo en un solo capítulo y que el resto sea el diario de cosas insustanciales es como mirar el vacío y escuchar ruido, pero sin captar nada.

¿Cómo son las chicas de trece en Italia? Vamos que aquí hay un fallo o Moccia realmente se equivocó al calcularle la edad a su protagonista. Si no fuera por los personajes secundarios, la calidad de la novela como tal estaría en riesgo de muerte inminente. ¡Vamos que todo son capítulos de relleno! Ahora, sé que a muchos les prometen un final sorpresivo, realista y único. Pues no es ni uno ni lo otro. ¿Vale clavarse seiscientas páginas por un único capítulo? Vaya, que mal. De todas formas, no es nada del otro mundo, incluso a mí me dejó indiferente.

No tengo nada personal en contra de Moccia, es más me gustan sus descripciones y la primera novela de Tres metros, la disfruté bastante (aunque en mi imaginación estaban presentes los actores de la película, baba). Tal vez a los fans del autor no les importe mucho la baja en la calidad de escritura que ha surgido aquí, pero bueno, para gustos colores.

En fin, esta no es una novela que recomiende, porque realmente me parece aburrida, mala no es, pobre en calidad sí, aunque quizás para pasar un fin de semana con lluvia sirva... Siempre y cuando no te aburras como me pasó a mí y empieces a considerar la posibilidad de agarrarte una neumonía con tal de escaparte de tu casa para no tener que leer como Carolina se enamora.