Reseña de Película | Frozen II

Título: Frozen 2 Título original: Frozen II

Director: Chris Buck y Jennifer Lee Distribuidora: Buena Vista Duración: 103 minutos Estreno en el país: 02 de enero de 2020

¿La primera película tenía tantas escenas cantadas? ¿Tantas? Por favor, no quedó nadie sin cantar en la película. Puff, en fin, hoy toca reseña de Frozen II. Empecemos por el hecho de que la primera película me encantó, al igual que el corto, así que estaba muy esperanzada con esta secuela. Sin embargo, tenía en cuenta de que un éxito igual era imposible, por lo cual me mentalicé para ir a ver una historia simple. No puedo decir que me haya decepcionado, porque a mi lado fan le gustó, sin embargo, la música y el final no fue de mi agrado. Todo se ve muy estético, con despliegues sobre la esencia de los elementos que quedan visualmente muy hermosos. Pero esa necesidad de poner musical hasta en las escenas más tensionantes, terminan arruinando todo.

Elsa escucha una voz que la llama (para ir a lo desconocido: Into the unknown *se pone a cantar*), un antiguo secreto se despierta y termina, junto con Anna, Kristoff, Sven y Olaf, atravesando varios peligros en busca de una respuesta. ¿Y qué más? Bueno, pasan cosas y... cantan. 

Y no hay ningún tema como "Libre soy" (desafina con Let it go), algunos dan mucha vergüenza ajena. Por ejemplo, la canción protagonizada por Kristoff. Si bien entiendo lo importante que es que un personaje masculino hable acerca de sus sentimientos, la coreografía y edición intentaban darle cierto toque de humor que contrastaban patéticamente con la emoción que debía imperar. Y la canción de Olaf, esta nueva versión más madura y más irritante, ¿realmente le gusta a los niños? ¿Están seguros? ¿Hicieron algún estudio?

Ah, hablando del público infantil. Desde el comienzo nos dan la indirecta de que la película es para espectadores un poquito más grandes que los de Frozen I. No solo porque Olaf hace alarde de su crecimiento, sino porque hablan de envejecer, de los cambios que trae la madurez, etc. y tiran cada frase con doble sentido que... La última, la de Anna hacia Kristoff, me mató, no podía parar de reírme. Incluso, se rompe la tercera pared en una canción para decirle a los espectadores que están más grandes.

El vínculo entre hermanas sigue igual, aunque cada vez endiosan más a Elsa, eclipsando el personaje de Anna. Pero, ¿quién es más valiente? ¿Qué actos heroicos son más valiosos, los de alguien con magia o los de alguien común? El final, sumamente cerrado, presenta un giro a la historia de lo más acertado, aunque tristemente encasilla a un personaje.

El personaje de Kristoff tiene un cambio muy bonito. Los intereses que lo movilizan en la historia son sencillos, pero muestran una cara que no conocíamos en el arquetipo de galán de Disney. Si bien ya hubo anteriores avances en otras producciones, el punto máximo es este hombretón que complementa a su novia sin anularla. O sea, un romance sano como debe ser. ¿Por qué nos sorprenderíamos con algo así, no?

Pero, ¿de qué trata la película? De la familia, de madurar, del amor, del respeto; todas esas al alcance de los chicos. Para los pibes más grandes, podemos abarcar la ecología, los prejuicios, la colonización, etc. Y para los que quieran ver a Elsa con nuevos vestidos y peinados distintos también hay (no la podían hacer más Barbie, porque no tuvieron tiempo).