El dragón de hielo de George R. R. Martin

Todos en la aldea coinciden: Adara es una niña rara, una niña del invierno. Nació durante la peor helada que se recuerda, y el frío se quedó para siempre con ella. Es fácil verla pasear sola por los campos helados o construir imaginarios castillos de arena y hielo. Nadie lo sabe, pero espera, impaciente, la visita del dragón de hielo. Adara no puede entender por qué todos le temen tanto si para ella es su mejor compañero de juegos. Con él se olvida de que el eterno enemigo del norte se acerca peligrosamente a la aldea y que lo mejor sería huir a la tierras cálidas del sur...

Libro único

Datos adicionales: Montena Penguin Random House 70 páginas

Sobre el autor:

George Raymond Richard Martin (20 de septiembre de 1948) es un escritor y guionista estadounidense de literatura fantástica, ciencia ficción y terror, famoso por ser el autor de la serie de novelas Canción de hielo y fuego, adaptadas para la televisión con el título de Game of Thrones.

¿Una historia corta de George Martin? ¿Y hay dragones? ¡Quiero! En eso se reduce mi prolongada decisión previa a la lectura. Ya me salí del TBR, porque sí, porque puedo... ¿no?

El dragón de hielo cuenta la historia de Arya y del final de la temporada de Games of Thrones. ¿No? ¿Seguros? Porque a mí me dio mucho que pensar y hay tantas cosas que hilar desde esta historia.

Los autores se repiten a veces y eso es lo que pasa con Martin. Este cuento o novela corta si prefieren, retoma muchos elementos de la famosa saga que todos amamos, aunque en una versión más ligera.

Una niña nacida en el Norte, en lo más cruel del invierno, rubia y de ojos azules, que no padece el frío, sino que es parte de ella. *Cante aquí la canción de Frozen, está permitido* Incomprendida por el resto del pueblo, en medio de una gran guerra, se hace amiga de un dragón de hielo (literalmente de hielo), más majestuoso que los dragones de fuego que monta su tío, uno de los jinetes de dragones del Rey del Sur.

Si la sinopsis no les interesa, es que tienen el corazón frío *mal chiste, lo sé*. Más allá de la historia, la edición es cuidada y con algunas ilustraciones de Verónica Casas (las cuales personalmente no me gustaron mucho).

La narración, que se mantiene en un grado juvenil, nos muestra el gran talento de Martin para la diversidad. Aún así, su pluma no deja de tener tintes crueles y asesinos. Si le diera este cuento a alguien de doce años, seguramente se quedaría pensando en el significado del final y me lo tiraría por la cabeza cuando ocurriera cierto evento. A solo que sea un niño tipo Chucky.

Una lectura entretenida y veloz (me hubiera gustado que fuera más largo), con elementos afines a todo fan de Canción de hielo y fuego. Me lamenté un poco en el final, pero bueno, así es Martin. Se los recomiendo mucho.