Debido a la pandemia, las políticas de aislamiento y distanciamiento, las salas de cine han cerrado en todo el mundo. A medida que ha llegado el COVID-19 a nuestras vidas, se han ido generando pequeños y grandes cambios en nuestras rutinas y estilos de vida. Ahora con una curva descendiente (o menor cantidad de casos, como quiera verse), las salas de cine están abriendo con protocolos que varían de un 30 a 50% del aforo permitido. Esto quiere decir que de una sala que habitualmente se llenaba con 500 personas (solo por tirar un número), se le permita reunir a tan solo 250 (en el mejor de los casos teniendo el porcentaje más alto). La apertura, aunque más beneficiosa que permanecer cerrados, no daría el mismo rédito que en "la antigua normalidad".
Ante esta situación, Cinemark Hoyts junto con BF Distribution (a través de Cining), les propone a los espectadores tener el cine en casa:
¿Cómo funciona?
1) Comprás tus entradas en la página del CH: clic aquí.
2) El cine te envía un Código para acceder a la película.
Tiene una validez de 72hs.
3) Reproducís la película a través de Cining
La app desde un SmartTV, la web desde la compu o celu.
Esta nueva modalidad de cine permite ver estrenos que permanecen en cartelera por un tiempo limitado. Ya está disponible en Chile, Bolivia y Argentina. En estos momentos hay tres estrenos en cartelera: No matarás (un thriller protagonizado por el actor español Mario Casas), Yes, God, Yes (una comedia protagonizada por Natalia Dver) y En busca de la grandeza (un documental sobre atletas).
Ya se sabe que la programación incluirá diversos géneros y de diferentes países como Estados Unidos, Francia, México, Corea del Sur, Rusia, etc.
¿Pero es esto realmente cine? ¿Qué conseguimos al pagar una entrada? La experiencia sublime de sentir y ver cómo la sala se va quedando a oscuras creándose un silencio y expectación colectiva es invaluable. Sin embargo, esta nueva normalidad nos lleva a ser más solidarios y a pensar en aquellos que no podrían ingresar hoy a una sala de cine. Para estas personas, para sus familias, alquilar un estreno para ver en casa es la mejor solución.
¿No te gusta escuchar a los niños pequeños haciendo alboroto en el asiento de atrás? ¿Te condicionan las risas de los demás? ¿Te da nauseas el olor a queso fundido con nachos? ¿A ese se le acaba de caer la gaseosa y tienes la cartera en el piso? A mi me gustan las salas de cine, pero también me disgustan las personas que van al cine y no son respetuosas con los demás. Así que entiendo las dos posturas: la de aquellos que esperarán hasta poder ver su estreno en pantalla grande, como aquellos que ya la vieron en su televisión.
El cine ha enfrentado dos guerras mundiales, la gripe española y la gran depresión. Se ha peleado con el teatro, también. El nacimiento de la televisión casi lo deja en terapia intensiva. La llegada de las cintas VHS y más tarde las películas en CD y DVD (ya sean las legales como las truchas) pronosticaron un gran cambio que nunca sucedió.
Nunca se dijo tantas veces la frase: el cine ha muerto, como cuando Internet posibilitó la reproducción online de películas. Los servicios como Netflix aparecieron junto a un ataúd. Sin embargo, las salas salieron adelante en cada una de estas ocasiones.
Es verdad que los tiempos cambian y que esta crisis es fuerte, pero confiamos en las medidas que están tomando para que el cine siga vivo. Nada cambiará la experiencia de ver una película en una sala de cine. Ni siquiera nuestro sillón favorito.
Esta semana he probado el cine online que ofrece Cinemark Hoyts Argentina junto a Cining (BF Distribution) con dos películas: No matarás y Yes, God, Yes. Pronto les traeré las reseñas de las mismas. Aquí quiero contarles cómo fue, qué me pasó y cómo disfruté esta nueva experiencia.
La primera película que vi fue No matarás, decidí verla en familia, acondicionamos el living, hicimos pochoclo y pusimos play. Quisimos ver la película sin pausar, sin retroceder. Como si realmente estuviéramos en el cine. Fue divertido, si bien no se pareció a la sensación que uno encuentra en la gran sala, a oscuras, rodeados de gente, logramos disfrutar de la película y abstraernos del confinamiento voluntario que venimos llevando desde Marzo.
La segunda película, Yes, God, Yes decidí verla en solitario (había chusmeado la trama y preferí no arriesgarme momentos incómodos). Esta película hubiera sido genial verla con amigas para reírnos. Casi a mitad de la película, me llamaron por teléfono y tuve que pausar la reproducción. Se supone que ya no estaba en horario laboral, pero si me llaman del laburo, prefiero atender. Después de eso, seguí viendo pero con un sentimiento de desconexión. En los últimos minutos, cuando va a acontecer algo importante: ¡pum! Se cortó Internet. Esas cosas que tiene vivir en zona oeste. Pensé que estaba todo perdido, pero cuando me pude volver a conectar, todo funcionó sin ningún problema.
¿Beneficios del cine en casa? Obviamente no salir de casa en estos momentos (mi mamá es de riesgo, así que todos en la familia estamos super alertas y cuidándonos), poder elegir a qué hora ves la película con total libertad. Poner pausa también es algo bueno (a veces). Comer lo que quieras mientras ves la película.
¿Inconvenientes del cine en casa? Puede ocurrir una desconexión por corte de luz o Internet. Tu familia o trabajo puede molestarte. La ambientación no es igual. El pochoclo no sabe tan bien.
En definitiva, volvería a ver un estreno por Cinermark Hoyts (Cining), aunque me aseguraré de apagar mi celular cuando lo haga.
Me gusta la propuesta, en casa nos encanta el cine y desde que fuimos papás hemos ido un par de veces, una de ellas yo sola porque no tenemos con quién dejar al niño así que esta es un buenísima opción para nosotros =)
ResponderBorrarClaro, es todo un tema encontrar niñera o familiar con buena onda.
BorrarEste nuevo sistema está muy copado y espero que, aunque las salas vuelvan a abrir en algún momento, lo sigan manteniendo.
Un abrazo grande!!!