Cuentos de la selva de Horacio Quiroga

Estos cuentos fueron creados para el público infantil y poseen un compilado de valores morales que nunca vienen mal. Aquí encontraremos gratitud, amistad, solidaridad, defensa de la naturaleza, defensa del trabajo y del esfuerzo. Entre los cuentos están:

• La tortuga gigante.
• Las medias de los flamencos.
• El loro pelado.
• La guerra de los yacarés.
• La gama ciega.
• Historia de dos cachorros de coatí y de dos cachorros de hombre.
• El paso del Yabebirí.
• La abeja haragana.

En La tortuga gigante un hombre le salva la vida a una tortuga. Tiempo después, enferma el hombre y la tortuga lo lleva a Buenos Aires para que lo curen. En Las medias de los flamencos, las víboras organizan un baile, donde todos los animales de la selva se lucen por sus colores. Sin embargo, los flamencos se sentían mal por no estar a la altura de la situación y se van a buscar medias de lindos colores. Una lechuza les ofrece medias hechas con la piel de víboras que había cazado. Cuando están en el baile, pronto las víboras descubren que las medias son cuero de sus hermanas muertas y pican a los flamencos en las patas. Desde entonces, los flamencos están con las patas coloradas metidas en el agua. En El loro pelado, un loro se venga de un tigre por haberle arrancado las plumas.

En La guerra de los yacarés, éstos se enfrentan con un buque de guerra por el territorio. Muy colorida impresión de la clásica lucha entre la naturaleza y la civilización, donde por fin gana la primera. En La gama ciega cuentan la historia de una pequeña gamita que desobedeciendo a su mamá le ocurrió una desgracia. Por suerte, se pudo curar gracias a una pomada que les dio un cazador. Desde entonces, la gama le lleva regalitos emplumados y él le deja miel. En Historia de dos cachorros de coatí y de dos cachorros de hombre se narran las historias paralelas de ambos. Muy emotiva. En El paso del Yabebirí hay un enfrentamiento entre las rayas y los tigres por la vida de un hombre bueno. En La abeja haragana se cuenta la historia de una abeja que no quería trabajar, pero luego de un gran susto que se pegó con una culebra, recobró su sentido.

Como verán todos los cuentos son para los niños y poseen un rico estilo llenos de colores e impresiones de la selva que tan bien Horacio Quiroga logra plasmar en sus obras. Entre mis favoritos están La tortuga gigante, La guerra de los yacarés y La abeja haragana. Son todos preciosos y especiales para leerles a los chicos antes de dormir.