Tabare de Juan Zorrilla de San Martín

sábado, 5 de enero de 2013



Es muy difícil de clasificar esta obra. En parte posee características de la epopeya, también del género lírico, pero sin embargo, el término que más le queda es el de leyenda.
La obra consta de una introducción y tres apartados, el primero de dos cantos (origen del protagonista y niñez del mismo), el segundo en dos cantos (llegada de Gonzalo de Orgaz a San Salvador, cautiverio de Tabaré, su liberación y acercamiento a Blanca) al igual que el tercero (amor entre Tabaré y Blanca, y posterior desenlace)
Ubicándonos en los tiempos de la conquista española sobre los territorios pertenecientes al país que sería, con el tiempo, Uruguay, un cacique charrúa (Caracé) rapta a una noble joven (Magdalena) luego de una batalla con los blancos. Caracé y Magdalena se unen, dando como fruto al protagonista de esta historia, un mestizo llamado Tabaré. Antes de morir, ella lo bautiza, sellando su destino y creando una separación aún más profunda entre él y el resto de sus compatriotas.
Cuando Tabaré ya es grande, llega a las tierras el Capitán don Gonzalo de Orgaz, acompañado de su esposa, doña Luz, y su hermana Blanca. En una escaramuza, el Capitán logra capturar a algunos indios charrúas, entre los cuales está nuestro héroe. En el asentamiento español (en tierras uruguayas) Tabaré conoce a Blanca, la cual asocia inmediatamente con la figura que él recuerda de su madre. Por su parte, Blanca comienza a despertar emociones desconocidas para ella, que no desarrolla el miedo (lo que debería ser normal para una joven noble de aquella época al encontrarse con un salvaje), sino una relación mutua que le resulta agradable. Ayudada por un misionero llamado Esteban, logran entablar conversaciones en donde el amor no tardará en mostrarse.
Cuando Tabaré es molestado por unos soldados, su espíritu indomable se hace ver, y Doña Luz aprovecha la ocasión, quien estaba alertada de los sentimientos encontrados entre Blanca y el mestizo, para obligar a su esposo a que lo eche del campamento.
Tabaré vuelve entonces con los suyos, para encontrarse con que el viejo cacique ha muerto. Toma el poder Yamandú, mucho más fiero y altanero, quien llama a su pueblo a revelarse contra los españoles. Cayendo de sorpresa sobre el campamento de ellos, logran gran ventaja. Pero el cacique nuevo no se queda a pelear… Él rapta a Blanca y se la lleva a lo profundo de la selva. Sin embargo, Tabaré llega a su rescate y da muerte a Yamandú para protegerla. Ya controlado el ataque, el Capitán don Gonzalo sospecha de que la organización del ataque al campamento y del secuestro de Blanca fue realizado pro Tabaré. Sale a su búsqueda junto a su tropa y grande es su rabia cuando ve a Blanca en brazos del mestizo. Ciego de odio atraviesa con su espada a nuestro héroe.
En sus últimos momentos, Tabaré escucha quedamente como Blanca, abrazada a él mostrando su loco amor a todo el mundo allí presente, lo llama. Pero ya Tabaré ha muerto.
El temperamento de Tabaré, tan melancólico e introvertido, junto a su fiereza salvaje y sus nobles sentimientos, contrastan con la pureza, hermosura y delicadeza que presenta Blanca. Ambos protagonistas se involucran en un amor trágico e imposible. Hay tanta tensión en la obra, tantas diferencias entre los mundos que se encuentran, que es imposible no destacar la belleza que posee esta obra publicada por primera vez en 1888.
El poeta Juan Zorrilla de San Martín es sin dudas el más grande exponente de la literatura romántica uruguaya y su obra Tabaré resulta tan becqueriana y romántica que despierta los sentidos en cada verso, que suenan como música, y estimula los más grandes valores y sentimientos.

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