Emocionadísima llegué al Instituto Superior Octubre (ISO) perteneciente a Suterh donde se realizaría el Encuentro Anual "Libros y Maestros" (este año con un homenaje especial a Gustavo Roldán) coordinado por Random House Mondadori, Libros que cuentan y Sudamericana. La inscripción, que realicé con una semana de antelación, no bastó para calmar mis nervios, mientras la chica de recepción buscaba mi nombre en la lista... Pero allí estaba, así que recibí un pequeño papel de "Comentario" y el horario (que como ya les había contado es viernes 15 y sábado 16), además de una preciosa pegatina de "Me gusta leer":
Al entrar al salón, tuvimos una cálida bienvenida por parte del personal organizador y el grupo conformado por docentes, bibliotecarios y editores era muy ameno. Por suerte pude ubicar un lugar en la cuarta fila, ¡había mucha gente!. La primera charla/taller estuvo a cargo de la escritora María Cristina Ramos, con un recorrido por su obra poética publicada, bajo el título "De papel te espero, palabras para encontrarse". Comenzó leyendo algunos de sus poemas:
- Leyenda del libro Del amor nacen los ríos.
- Todos los días de Un sol para tu sombrero.
- La bella durmiente de De papel te espero.
¿Qué pasa con los chicos y la rima? Según Ramos, el niño necesita el ritmo. La lectura, para ello, debe ser expresiva. Usa de ejemplo para ésto a Platero y yo, en el capítulo del Pozo:
"¡El pozo!... Platero, ¡qué palabra tan honda, tan verdinegra, tan fresca, tan sonora! Parece que es la palabra la que taladra, girando, la tierra oscura, hasta llegar al agua fría."Luego de la lectura de:
- Transparente, Por un río pasa un pez.
Nos cuenta que el poema es y debe verse como un todo. Con gran placer, nos hizo leer una estrofa de sus poemas, utilizando diversas formas de narrarlos.
Ante las preguntas de ¿qué hacer ante la falta de atención de los chicos durante la lectura?, ¿si afecta el desconocimiento de las palabras a la hora de leer? y ¿si la violencia afecta la relación entre los alumnos y la poesía? Ramos respondió que el no conocer las palabras (que los chicos tildan de difíciles) es parte del encanto de la Literatura, que justamente trata de romper lo cotidiano. Así también nos afirma que releer un poema en caso de déficit de atención grupal, no está mal, pues la poesía es etérea. Se pueden utilizar varios recursos, como la memorización. Aunque generalmente los didáctas la tachan de técnica antigua y obsoleta, ella sostiene que antes de que memoricen un spot de ver tantas propagandas es mejor que memoricen un par de versos. Los poemas memorizados pueden ser una ayuda para los momentos difíciles; son un gran aporte cultural para el niño. Hablando sobre la violencia en el aula, aunque señala que no es su especialidad, afirma que falta mucha simbolización, y que el uso cotidiano de las malas palabras, tan rápidas y efectivas para los adolescentes, bloquean y no dejan fluir los argumentos reales de la disputa, dejando al chico sin pensar en porqué se está peleando, cuál es el origen de su enojo.
Más tarde, nos lee otros poemas como
- Sena rana de Papel te espero.
- Con agua de aniz de Un sol para tu sombrero.
- Ay, perejil! de Un sol para tu sombrero.
Nos cuenta de la importancia de crear un ritual de lectura, ya sea crear un clima especial o poner carteles o objetos en el espacio del aula, creando un pacto entre el grupo y el docente.
Ante la pregunta ¿cuándo y dónde escribe?, María Cristina nos dice que trabaja escribiendo, repasando textos o corrigiéndolos al menos diez horas al día. Ella es de Neuquén, le gusta escribir en la PC y dedica sus libros a sus hijos (sus primeros lectores) y ahora a sus nietas (que son sus nuevas lectoras). Comenzó a escribir en recreos, reuniones y viajes.
Ramos recuerda que para escribir literatura infantil hay que tener en cuenta la edad y la experiencia lectora del niño. ¡Ojo con prejuzgarlo! Como docentes y escritores somo un ensayo permanente.
Como para ir cerrando, nos da un par de recursos para utilizar en el aula: proponer varias antologías de poesías, para que luego de una breve lectura, los chicos puedan escoger con cuales desea trabajar; buscar adivinanzas (de las buenas, esas que tienen rimas y realmente dejan al chico pensando); y por último, un precioso juego: comenzamos con la frase "Será verdad..." y buscamos que los chicos completen el quién, qué, el dónde y el para qué. Por ejemplo, entre todos armamos la frase: "Será verdad... que las hormigas... bailan...debajo del tobogán... para conseguir novias". Si consideramos que la frase creada es entendible, suprimimos el encabezado "Será verdad" para dejar una frase poética: "Las hormigas bailan debajo del tobogán para conseguir novias".
Para el final de esta increíble charla, nos lee Doña cebolla de Un sol para tu sombrero y nos da algunos datos como sus Facebook's: el personal, María Cristina Ramos; y el de trabajo, En un claro del mundo. Una de sus obras está disponible en todas las bibliotecas públicas nacionales.
Los organizadores del Encuentro realizaron al final un sorteo de dos libros de poesía de Ramos. Lamentablemente no gané ninguno. Pero, como anunciaron que luego había una pausa para el café con bocaditos, calmaron mis ansías de coleccionista.
María Cristina Ramos firmando ejemplares en el Encuentro |
A elegir entre el café y un vaso de jugo, me quedé con el jugo, pero con las masitas y bocaditos picotié por aquí y por allí. Además, aproveché para entregar mi hoja de "Comentarios" y recibir un par de regalitos de los organizadores: Anotador, lápiz, calendario, señalador, libro y revista de novedades de la editorial. Todo en una bolsita de Random House Mondadori. ¡A que se portaron bien, eh! También revisé las mesas de libros, que contenían una gran variedad de ejemplares desde Literatura Infantil y Juvenil hasta Adulta. Y mientras miraba qué comprar me sacaron una fotito:
¡Adivina dónde estoy! |
Los títulos de las mesas eran de lo más nuevo a lo más clásico, incluso pude encontrar libros que en las librerías aparecen como agotadas. ¿No les parece fantástico? Aquí les dejo un sola fotito de una mesa:
Literatura infantil |
Al volver al aula para la segunda charla tuvimos a la narradora Andrea Martinoli, que homenajeó a Gustavo Roldán, en "Hay rugidos en el aula. Las distintas voces dentro de la escuela". Ya la presentadora nos advirtió que Andrea era una persona sorpresiva, pero nada me hubiera preparado para verla cantar y tocar instrumentos allí delante mío. Fue fantástico. La canción con la cual inició (nos contó ella luego) es una composición original de su hija, simplemente preciosa: "Contar vida, mi vida, en el monte vida mía" (algo así, no la copié textual). A continuación nos contó "El tamaño del miedo" de 17 del miedo, con un talento natural para narrar representando desde las distintas voces de los personajes y recreando con palabras el escenario del cuento.
La pregunta obvia que siguió fue ¿cómo hacer para cambiar el sentido, el estilo, en cada narración? Andrea nos señaló que es preciso aprender de la voz del entorno, apropiándose de su tono. Antes de contar un cuento hay que sentirlo, vivirlo, respetando los tópicos y el estilo del autor. Esa es la clave de la narración, leer y leer el cuento hasta que despega y narrar metiéndose en la historia.
Con mucha curiosidad, se le preguntó ¿cómo jugaba con las voces? A lo que Andrea contestó que sale, justamente, jugando con la historia. Lanzarse al juego. Hay que concentrarse en la voz, no siendo un personaje, sino estando al servicio de la historia. Y hay que creerlo. Es estudiar y exponerse. Hay que hacer una síntesis, respetando al autor, teniendo al oyente interesado.
Según Andrea, y escribo textual: "Los cuentos no enseñan nada, son inútiles". Pero aclara que éstos quedan viviendo adentro nuestro, y una vez que terminamos, salimos distintos.
Para jugar un rato, nos propone una actividad: realizar dos oraciones con una palabra al azar (que debíamos sacar de una cajita), una de ellas con su sentido etimológico, y la otra con el estilo del escritor Roldán. Es así como a mí me tocó la palabra "Yacaré":
Ahora, perdonen mi falta de imaginación, la primera oración sería: "El yacaré es carnívoro y de color oscuro" y la segunda sería "El yacaré se esconde, en su cueva de agua, del calor de la tarde". Ya lo sé, es malísima la oración, pero bueno, es lo que se me ocurrió.
Otras conversaciones que surgieron de la charla fue acerca de la violencia, Andrea señaló que a su parecer hay muchas necesidades que están sin cubrir, y una de ellas es la palabra, tienen una carencia, los niños, muy grande. Además, se comentó sobre la lectura en clase, donde opinó diciendo que la literatura está tan escolarizada que no se disfruta la lectura, el niño no entiende lo que significa leer por leer. Afirma que el chico que viene leyendo desde su infancia, tiene herramientas para futuras lecturas.
Para finalizar, se realizó otro sorteo, de dos libros de Roldán, y nuevamente no gané ninguno. Partimos para almorzar durante una horita. Al regresar teníamos el taller de relato con la escritora Cecilia Pisos, con la presentación de la colección UfaGenial, en "Cosas de chicos/pequeñas narrativas". Y para terminar con el Encuentro del día viernes, después de una pausa para el café y los bocaditos, la charla con el escritor Franco Vaccarini, presentando la novela El síndrome del ángel, en "La sospechosa memoria de los ángeles":
El síndrome del ángel |
¿No es bella la portada del libro? Sin dudas, es atractiva. Con grandes aplausos finalizó la primera reunión del Encuentro Anual Libros y Maestros. Un largo viaje me esperaba hasta casa, pero cuando por fin llegué empecé a sacarle fotos a todos los regalitos que había obtenido:
Regalos varios =) |
Anotadores |
Revista de novedades de la editorial |
Señaladores |
Almanaques |
Dos libros de regalo |
Y dos lápices =) |
Literatura Juvenil |
Literatura Infantil |
Literatura Juvenil |
Literatura Juvenil |
Literatura Juvenil |
Literatura Infantil |
Literatura Infantil |
Literatura Infantil |
Literatura Infantil y Juvenil |
Literatura Juvenil: Guía de Eragon |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por dejar un comentario en el blog!