Interrumpir en el Ardid de M Gómez

Con esta novela he estado saltando desde el comienzo hasta el final y es que el argumento da tantos giros y agrega tantos nudos que uno no puede más que sorprenderse. Más allá de lo clásico sobre ángeles que nos enseñan en religión, aquí tendremos una historia fantástica sobre lo que está bien y lo que está muuuy mal.

Nuestra protagonista siempre se ha sentido inferior a comparación de los otros ángeles. Astrid sufre de problemas de autoestima que a medida que comienza la novela se irán solucionando. Ella tiene los ojos ámbar y usa lentes, le molesta la multitud y solo quiere convertirse en ángel guardián. Pero muchas otras cosas le esperan. Grandes secretos se arremolinan en su destino, que está planeado desde hace mucho tiempo.

El argumento es sencillo: los ángeles no son tan divinos y algunos son malísimos. Astrid deberá luchar por su propio destino y los personajes que la secundan deberán luchar por su supervivencia. Entre alas, poderes e inmortalidad, una historia muy humana se desenvuelve. Odio, miedo, inseguridad, amor y desencuentro amoroso, decepción, celos y traición.

¿Triángulos amorosos? Para nada, aquí tenemos a tres lindos hombres, de diferente tipo, totalmente dispuestos. Un ángel hermoso que gusta parecer malo, un hombre misterioso que provocará sensaciones encontradas y un muchacho encantador que oculta mucho detrás de su límpida mirada. ¿Y Astrid? Ella sabe lo que quiere... Pero no tiene idea de si la dejan.

Los personajes están bien formados y son originales. No todos los días encontramos a un ángel vestir de jeans y gritar como Buzz "Hasta el infinito y más allá". Son graciosos, misteriosos y nos harán suspirar. Los malos están muy caracterizados y provocan ganas de salir corriendo o de agarrar un hacha y empezar a darle uso. La inocencia de unos es encantadora, la descuartización de otros aterradora.

Solo veremos ángeles y humanos aquí. Ángeles demasiado humanos y humanos demasiado ángeles. Todos imperfectos y para nada parecidos a nuestro Señor. Escúchese la ironía del asunto: los guardianes del cielo están mal de la cabeza. ¿Pero cómo culparlos si romper una promesa los puede prender fuego y si decir te amo los ata para siempre?

Con una extensión milagrosa y una promesa de continuación, me he enganchado profundamente con este inicio. Espero pronto poder leer más, el capítulo extra y el epílogo me han dejado desesperada por saber que ocurrirá.