Ecos del Destino de Miranda Kellaway

Título: Ecos del destino
Autora: Miranda Kellaway
Editorial: Ediciones B
Sello: Vergara
Páginas: 461
Contraportada: Inglaterra, 1850. Atormentado por el recuerdo de la muerte de su hermano mayor, Julian Haygarth, heredero del marqués de Rockingham, trata de olvidar la tragedia entregándose a una vida ociosa y malgastando su fortuna en toda clase de vicios. En un desesperado intento por enderezar su conducta, su progenitor lo enviará a Hampshire a un exilio de tres meses. Lo que el joven no imagina es que allí encontrará el bálsamo que curará su alma de las heridas del pasado, aunque, por desgracia, será en brazos de una mujer de una posición social muy inferior a la suya y a la que se verá obligado a abandonar cuando llegue el momento de volver a casa. Años después, sus destinos volverán a cruzarse. El rencor, los remordimientos y las ansias de venganza se juntarán en un torbellino de sentimientos que hará que ambos se vean arrastrados a un callejón sin salida, en el que se agazapa un terrible secreto cuya revelación podría cambiar sus vidas para siempre. Ecos del destino se inscribe en la tradición de la mejor ficción romántica histórica de corte clásico, y señala a Miranda Kellaway como una autora para tener muy en cuenta.

Desde que comencé a leerlo no pude dejar de tensionarme, y es que a pesar de ser una historia romántica, la narración de Miranda Kellaway me atrapaba con tantos giros e intrigas. Nada que envidiarle a las telenovelas. Con personajes fuertes que arrastrarán sus vidas (y las de otros) por caminos de los más variados y secretos por doquier que unirán a los protagonistas. Acciones reales y consecuencias trágicas. La mejor novela romántica que he leído en esta temporada.

Cassandra Doyle es una campesina muy bonita que vive en una granja junto con su padre. Aún no conoce al amor y su experiencia con los hombres es inexistente. Contentándose con visitar a sus vecinos y disfrutar de tardes soleadas, jamás se imaginará que su vida esté a punto de cambiar.
Julian Haygarth es heredero único del despótico marqués de Rockingham. Luego de una desgracia ocurrida hace dos años, solo encuentra una relativa paz al emborracharse y perder todo su dinero jugando a las cartas. Está vacío y desolado, perdido en una vida insatisfactoria. Hasta que, luego de pasar por una situación que deshonra su apellido, su padre lo envíe al campo. Allí conocerá a una mujer que le cambiará su manera de ver el mundo... Lástima que no lo haga de la forma correcta.
Los malos consejos y los secretos arruinarán una historia de amor que en las primeras páginas es perfecta. Pero cuando el destino está escrito, ni las personas ni el tiempo pueden cambiarlo.

Ecos del destino es una novela que narra los acontecimientos ocurridos en un periodo de tiempo de más de diez años, en la Inglaterra del siglo XIX. En la historia, no solo los protagonistas tendrán el centro de atención, el narrador en tercera persona se paseará entre todos los personajes para hacer más completo el desenlace de los hechos.
Cassandra es una protagonista muy dinámica. Al comienzo la veremos solo como una campesina, pero luego irá tomando más carácter hasta que en el final, se haya transformado por completo. Julian, en cambio, se mantendrá estático luego de su encuentro con Cassy. No habrá crecimiento alguno en su personalidad, pero no es algo precisamente negativo, ya que es necesario que el galán no pueda olvidar.
Dentro de los personajes secundarios que más fuerza tienen, está la humilde pero terca prima de Cassandra, llamada Ada Smith, quien participará activamente desde el principio; y el irónico vizconde Miles Parker, el mejor amigo de Julian, que será clave para algunos sucesos a la mitad del libro. Además, no les puedo evitar señalar al comerciante extranjero Frank Latimer, quien moverá las cosas en un giro importantísimo.
El amor, la pasión y el compromiso serán sentimientos que aparecerán por separado. Los pecados, también. Cada personaje sufrirá de una manera especial... Y solo algunos lograrán encontrar un final feliz. Las reglas de etiqueta y de comportamiento, restringirán a los amantes poniéndoles obstáculos que hoy en día no existirían. Eso es lo más interesante de estas novelas históricas, además de los paisajes y la moda... ¡Cómo me gustan esos vestidos!
Con descripciones sumamente ricas nos podremos imaginar los escenarios por los cuales se pasean los personajes de esta historia. El uso de los adjetivos enriquecerá los diálogos, así como los pequeños actos, como agitar un abanico, demostrarán el estado de ánimo que se tiene en la escena mejor que una extensa descripción al respecto.
El argumento parece abrirse en varias posibilidades muchas veces, haciendo que el lector baraje sus premisas con tiempo. Sin embargo, las sorpresas que esperan al finalizar cada capítulo, creará para la historia finales inesperados.
Entre todos, fue Miles quien más me simpatizó. Seguramente es por sus comentarios tan ácidos que no teme decir a veces, incluso sobre sus conocidos más cercanos. Su corazón inconquistable determinará una gran aventura para cierta dama.
Miranda Kellaway ha creado una novela romántica diferente, en donde los sentimientos más puros pueden coexistir con los actos más egoístas. ¿Cuánto tiempo se puede sostener un engaño? Los secretos se irán revelando poco a poco, así también, las mentiras serán descubiertas... Pero a veces, no es bueno saber la verdad. El amor no lo pintará todo color de rosa.