El sabueso de los Baskerville (Sherlock Holmes #3) Arthur Conan Doyle

Cuando vi este libro en la feria, no pude resistirme a comprarlo. El personaje de Sherlock Holmes me ha fascinado desde niña. En esta tercera aventura, algunos elementos sobrenaturales harán aparición asustando a los hombres de ciencia. Con un comienzo atractivo y un final sorprendente, este ha sido el caso más peligroso que ha tenido que enfrentar nuestro genial detective.

La leyenda cuenta que hace mucho tiempo, existía en el páramo de Devonshire un despótico noble llamado Hugo Baskerville. Un hombre endemoniado y salvaje que era temido por todos sus vecinos. En una noche de San Miguel, el noble y sus amigos secuestraron a una campesina joven y hermosa. Hugo estaba locamente encaprichado con ella, pero la chica lo único que podía sentir era terror. La encerró en una torre y comenzó una fiesta con sus amigos. Luego de muchas rondas de alcohol, subió a ver a su prisionera... Pero esta, había escapado. Fue tal el ataque de rabia que le dio, que juró que daría su alma y su vida a los Poderes del Mal si lo ayudaban a atrapar a la muchacha. Gritándole a sus amigos, ordenando que soltaran a los sabuesos y montado en su corcel más rápido, comenzó la cacería. Dícese que fue entonces, cuando un sabueso grande y tenebroso encabezó la fila. Los amigos de Hugo, que estaban borrachos, tardaron en seguirlo. Cuando llegaron a una hondonada, solo tres de ellos continuaron. Y el espectáculo que vieron fue aterrorizador. La joven estaba muerta y junto a ella estaba el cuerpo sin vida de Hugo. Pero era el sabueso, grande, oscuro e infernal, lo que los asustó. Arrancó la garganta del noble y se volvió hacia los tres amigos con los ojos brillantes y llenos de astuta maldad. Uno de los tres amigos murió esa noche, los otros dos quedaron destrozados para siempre. Desde entonces, una terrible maldición cae sobre todos los herederos de Baskerville... La última víctima fue Sir Charles y será Holmes quien deba averiguar cómo terminar con este misterioso asunto, antes de que algo le ocurra al nuevo heredero.

A diferencia de Estudio en escarlata, en esta novela la presencia de Holmes no estará en primer plano. Watson, quien siempre es nuestro narrador, utilizará diversas formas para contarnos lo que va sucediendo. Y será él quien señale el curso de la investigación, aunque formalmente no la haya.

La continua disputa entre la fantasía y la realidad, estará presente desde el segundo capítulo, cuando se presente el doctor Mortimer con un manuscrito que cuente la leyenda del Sabueso maldito que persigue a todos los Baskerville. Como hombre de ciencia y absolutamente positivista, Sherlock Holmes no confía en esa teoría y decide hacerse cargo del caso. Sin embargo, Watson estará un poco más indeciso.

La acción principal no sucederá en Londres, sino en el páramo de Devonshire. Así, tendremos descripciones sobre la naturaleza tan melancólica del lugar que afecta poderosamente a los miedos del nuevo heredero. Tendremos un equilibrio bien jugado entre novela policial y novela de terror.

También hay que señalar que la relación simbólica entre Watson/Figura lectora ha avanzado. Ya les había contado que la mirada de Watson sobre los casos de Holmes, simboliza la postura que tiene el lector de policiales ante el argumento de estos. Desde Estudio en escarlata, esta relación se ha intensificado. Ahora Watson, como todo lector que haya leído las obras anteriores de la Saga (Estudio... y El signo de los cuatro), ya está familiarizado con los métodos del detective y puede ponerlos en práctica mucho mejor durante los casos. Será el mismo Watson quien lo haga notar y que continuamente llame al lector a participar:

Y ahora voy a llegar rápidamente a la conclusión de esta singular narración, en la cual he intentado que el lector participara de los oscuros temores y las vagas suposiciones que ensombrecieron por tanto tiempo nuestras vidas y acabaron de un modo tan trágico.

Página 272

Las descripciones y los diálogos pelearán fuertemente para ganarse el primer puesto en la novela. El misterio ocultará a nuestros ojos lo realmente esencial. Los personajes que andarán dando vuelta poseerán un pasado y no serán precisamente angelitos. Eso es lo que más me gusta de las novelas de Doyle, aquí no hay buenos o malos, sino que todos están un poco contaminados. Son grises, si. Incluso nuestro Holmes.

Habrá varios sospechosos y, como será Watson quien baraje las hipótesis, no sabremos quién o qué es realmente el culpable, hasta que haga una brillante aparición Holmes. ¿No se los he dicho? Habrá una ausencia casi total de nuestro detective... Su presencia siempre es invocada, pero... Él no está, jajaja. Tendrán que leerlo para averiguarlo... ¡Y no vale ver la película!