Sensatez y sentimientos de Jane Austen

Título: Sensatez y sentimientos
Título original: Sense and Sensibility
Autora: Jane Austen
Editorial: Gradifco
Páginas: 288
Contraportada: Jane Austen alcanza con Sensatez y sentimientos su máxima penetración de las emociones humanas. Con una prosa depurada, que pasaba por su mejor momento, y una aguda e irónica crítica a las costumbres de su época, nos ofrece una historia donde nada es demasiado lo que parece, y donde el romanticismo es sólo una posibilidad más -y nunca la definitiva- a la hora de elegir nuestro destino.

Para todos aquellos que hayan visto las películas o la serie (la cual es la más fiel al libro), ya tendrán una idea del argumento general de la novela. También, aquellos que hayan leído Orgullo y Prejuicio o alguna otra obra de Jane Austen, se imaginarán que destino puede abarcar.
Elinor y Marianne son dos jóvenes hermanas que se ven arrastradas a un cambio de vida radical. Su padre que ha muerto, le ha dejado toda su fortuna a su primogénito, quien es hijo de su primer matrimonio. La señora Dashwood, madre de Elinor, Marianne y Margaret (la hermana menor y que poca relevancia tendrá en los sucesos), se ve obligada a mudarse de su gran mansión para ir a vivir a una casita de campo con muy poco dinero. Privadas de todo a lo que acostumbraban pondrán lo mejor de si para continuar alegremente con sus vidas. El destino, sin embargo, grandes vueltas les depara.
Como todas las novelas de Jane, el título indica unos sentimientos que preponderarán en los protagonistas. Así teníamos al orgulloso Mr. Darcy y a la prejuiciosa Elizabeth en Orgullo y Prejuicio. Ahora, tendremos en esta novela a la sensata Elinor y a la sensible Marianne.
En esencia romántica, pronto descubriremos a los galanes que esperan pacientemente el cortejo: Edward, el coronel Brandon y Willoughby. Solo uno de estos tres será realmente guapo, solo uno de estos tres resultará sumamente serio y solamente uno de estos tres demasiado tímido. Lo más llamativo de los galanes de Austen, es que no todos sus personajes suelen ser bien parecidos. A su entender, el amor no pasa por la belleza exterior. Eso es parte del encanto de esta novela en particular. Cada uno de los galanes tiene algo diferente que aportar, serán sus personalidades el centro de atención.
Y es que además del amor como motivo para desarrollar la trama, el propio amor será punto de reflexión. Son muy distintas las maneras de amar que aquí se proponen. Elinor amará en silencio, Marianne en cambio, no dudará en gritarlo al viento. Hay que aclarar que no hay triángulos amorosos y que las hermanas no competirán entre ellas. ¿Qué me estoy equivocando porque hay tres galanes y solo dos damas? Deberán leerlo, para entender.
Sumados a la gran narrativa de Austen, en donde cada capítulo es un placer y donde los diálogos escasean notoriamente, se encontrará cierto sentido del humor en algunos pasajes que harán muy entretenida la lectura. Malos entendidos y personajes con malicia crearán enredos que moverán continuamente a la trama.
La sociedad como causante de problemas personales es también una temática recurrente en las novelas de esta autora. Su reclamo ante la figura pasiva de la mujer y las normas arcaicas, dan un sentido muy estructurado a la obra, en donde el lector comprenderá, a medida que los personajes se mueven, las limitaciones que se les impone.
Con un final como muy pocos saben escribir, con un total de cincuenta capítulos redondos, con personajes tan profundos y con una técnica narrativa tan delicada, es imposible no recomendarles esta novela a todos los espíritus románticos y nobles.