Mala semilla de Andrea Milano

Michelle Kerrigan despierta cada mañana después de la pesadilla habitual: está en un supermercado, saca su arma reglamentaria para enfrentarse a un ladrón, el maleante dispara y hiere a Clive, su marido, que queda postrado en una silla de ruedas. La pesadilla se extiende a la vigilia, la pesadilla no ha hecho más que revivir algo que le sucedió a Michelle, que modificó a su familia, que la obligó a dejar en suspenso su trabajo como policía.
Cuando la convocan para formar parte de la Unidad de Crímenes sin Resolver que acaba de crearse en el departamento de policía de Ryde, la ciudad de la inglesa isla de Wight donde vive, Michelle sabe que debe aceptar para intentar que la pesadilla la deja en paz de una vez.
El caso que la unidad debe resolver es el de Jodie McKinnon, una muchacha de veintidós años que murió asesinada cinco años atrás. En el camino, la isla se revelará cada vez más aislada, más aislante, como una mano que asfixia: un fiscal, un arquitecto adinerado, una profesora universitaria, una peluquera irascible, un muchacho violento, una prostituta, un vídeo porno casero, una adolescente que se exhibe para su vecino, una niña que se manda mensajes de texto con su mejor amigo. Como un mosaico que se construye solo y que encierra al lector con la solvencia de una tela de araña, la trama avanza a través de esos y otros personajes.

Inspectora Kerrigan: 1. Mala Semilla

Datos adicionales: Ya a la venta Editorial Vestales 287 páginas

Sobre la autora:

Andrea Milano estudió idiomas y se desempeñó como traductora y docente de lenguas extranjeras. Su primera novela, Pasado imperfecto fue el comienzo de una prolífica carrera: lleva publicadas más de una docena, escritas bajo cuatro seudónimos diferentes.

Andrea Milano vuelve a ofrecernos una saga policial protagonizada por una mujer, en este caso la inspectora Michelle Kerrigan. No podía evitar, mientras leía, relacionarla con nuestra querida Greta Lindberg (La redención y la muerte, El cazador y la presa, El ángel y el infierno), aunque sin tantas referencias literarias, y sin dudas, con más romances turbios.
Como seguro ya saben, Milano es una escritora que me encanta. Su pluma es muy entretenida, sabe pasar de una escena de asesinato en plena tormenta a una mañana normal en un suburbio sin que el lector se confunda en el proceso.
Michelle era una profesional exitosa, pero todo cambió en un terrible segundo. Ahora que la vida le ha dado una nueva oportunidad, empezará a replantearse todas sus decisiones. Y no será la única que deba afrentar cambios.
Quien ya ha leído a Milano, sabe qué se puede esperar en sus libros. Pero, tal vez no todos la conozcan así que les apuntaré un par de cosas:
Sus protagonistas siempre son figuras profundas, tienen un pasado, un abanico de deseos y sueños por cumplir, unas lineas morales que seguir y una razón para que sobrevivan en el mundo. Los personajes que rodean a la protagonista, generalmente logran tener su propia relevancia; tienen su historia personal e influyen de manera directa e indirecta en el argumento.
El misterio se mantiene desde el principio hasta el final, no es posible adivinar la resolución del caso policial y tampoco los acontecimientos que se darán fuera de ellos. La narración se va focalizando en diferentes personajes y no es lineal, lo que hace que sea muy entretenida.
Hay pequeñas gotas de romance y erotismo por toda la historia, que tendrán un punto culmine, pero que no serán el centro del argumento. Esta novela en especial, es mucho más oscura de lo que nos tiene acostumbradas la autora.
Hay varios secretos que han quedado sin salir a la luz, seguramente porque pronto tendremos más aventuras de Michelle, incluso muchos puntos han quedado en su mejor estado. El lado pasional de los personajes está en alza, pero también el lado laboral, desde donde nos llegarán los misterios más interesantes.
Mala semilla es una novela cautivante, que nos sumerge en el lado oscuro de las pasiones y del carácter humano; impactante y entretenida.