Aunque diga fresas de Andrea Ferrari

Furiosa con sus padres por obligarla a mudarse a España, Ayelén está decidida a no adaptarse ni hacer amigos. Solo quiere volver a la Argentina. Hasta que un día es testigo de una extraña apuesta: dos compañeros, uno madrileño y el otro colombiano, acuerdan intercambiar sus vidas. Y lo que empieza como un juego inocente acaba por arrastrarlos a todos por un peligroso camino.

Libro único

Datos adicionales: Ya a la venta Ediciones SM 138 páginas

Sobre la autora:

Andrea Ferrari nació en 1961, en Buenos Aires; es periodista y escritora. Obtuvo el Premio El Barco de Vapor 2003 en España con El complot de Las Flores y el Premio Jaén 2007 de Narrativa Juvenil por El camino de Sherlock.

Este es el segundo libro que leo de Andrea Ferrari, el primero fue Zoom una novela con una narración peculiar al estilo cinematográfico. Aunque diga fresas tiene un argumento sencillo, pero que compra al lector por la calidez de sus personajes.

La novela está narrada en primera persona por Ayelén usando el pretérito (tiempo "pasado"), aunque tiene pequeños cortes en los cuales ocurre un diálogo entre ella y otro personaje en el tiempo "presente". Esta ruptura en la narración agiliza la acción y ayuda a crear momentos especiales, a mejorar la intriga y a entender cierta relación amistad/amor de la cual no sospecharemos hasta el final.

Algo que mencionar es el flujo del lenguaje, que varía con las entonaciones de las distintas nacionalidades. El español argentino de Ayelén, el español gallego de Sergio, el español ecuatoriano de Fernando, etc. Es muy interesante el planteamiento de los términos, de las diferencias y de la necesidad de adaptación.

Los personajes están muy bien creados, todos con sus características regionales bien marcadas que los hacen especiales. Fernando, Ayelén, Sergio y Claudio son de los que más sabremos y quienes más dominarán la acción, aunque luego se irán sumando más al grupo. Es muy sencillo identificarse con cualquiera de ellos o, al menos, tomarles cariño.

Me he divertido mucho leyendo la historia que, si bien parte del conocido argumento de El Príncipe y el Mendigo (obra que incluso se cita en la novela), pronto toma vuelo propio con la originalidad que representa a esta autora.

Aunque diga fresas es una novela breve, entretenida, con pizcas de aventura y romance, con situaciones muy emotivas y preocupaciones reales.