Nanny Books: Lucía, no tardes de Sandra Siemens

Una novela sin tapujos en la que se enlazan tres generaciones, las guerras, las separaciones, las pérdidas, un secreto, un viaje y un esperado encuentro. Una escritura sensible, fragmentada como los recuerdos de los personajes, como los sutiles y misteriosos modos que tiene la vida de anudarnos con los hechos que nos transforman.

Libro único

Datos adicionales:

Ya a la venta

Ediciones SM

Gran Angular.

96 páginas

Sobre la autora:

Sandra Siemens (15 de junio de 1965) es una escritora oriunda de Lomas de Zamora, Buenos Aires.

Tengo poco que decir acerca de esta novela, debido a que la misma es muy breve, y escribir mucho sería decir demasiado. No es la primera vez que leo algo de Siemens, ya había tenido el placer de conocer su pluma en La polilla.

Lucía, no tardes está dividida en tres grandes momentos, pero en cinco partes. Está focalizada en tres personajes, la protagonista indiscutible, Lucía; Vittorio y Bruna. No voy a contarles respecto a estos dos últimos, pero sus apartados son intensos. La novela en sí, trata acerca de una niña que debe cruzar el océano para encontrarse con una nueva vida, luego de perder a su abuela. Eso, no es todo lo que ocurre, pero es lo único que permitiré contarles.

La narración es casi siempre en tercera persona, casi, porque a veces también se utiliza la primera persona. Está fragmentada, hay saltos temporales, incrustraciones de cartas, diálogos sueltos, etc. A pesar de este estilo, es fácil seguir el hilo de la historia sin perderse de nada (ni aburrirse).

Justamente debido a su brevedad es que el libro resulta tan apabullante, emociona por su lenguaje tan suave, tan cruel y tan tosco al mismo tiempo (dependiendo, claramente, a que personaje ilumine en ese momento). Es una novela bella, de esas que te gustan y guardas sin contemplaciones, sin estar reflexionando largamente acerca de su calidad.

Al final, cuando he cerrado el libro, me quedé... triste. Me hubiesen gustado más páginas, ver más explicaciones, ver un final completamente feliz... Me hubiesen gustado más palabras en boca de ciertos personajes, pero eso, obviamente iría en contra de la idea general de la novela. Extenderla, hubiera sido un pecado. No obstante, el deseo está.