Quien pierde paga de Stephen King

Unos leen para aprender. Otros, para olvidar. O devoran el libro o el libro los devora a ellos. He aquí el plan de un lector maniático.

Protagonizada por el mismo trío dispar de héroes que Stephen King nos presentó en Mr. Mercedes (ganadora del Edgar Award 2015 a la mejor novela), llega ahora la continuación, una obra maestra de la intriga sobre un lector cuya obsesión por un escritor va demasiado lejos.

Bill Hodges: 1) Mr. Mercedes 2) Quien pierde paga 3) End of watch

Datos adicionales: Ya a la venta Plaza Janés Penguin Random House 448 páginas

Sobre el autor:

Stephen Edwin King (21 de septiembre de 1947) es un escritor estadounidense conocido por sus novelas de terror.

Los libros que hablan de libros suelen gustarme, así que ya con la portada se me anticipaba que iba a disfrutar de la lectura. Sin embargo, hay algo que no cuadra en King cuando escribe policial.

Morris Bellamy es un lector apasionado de la trilogía "El corredor" de John Rothstein. El personaje de Jimmy Gold y su frase "No hay mierda que importe una mierda" son iconos de culto. Pero, ¿qué pasa cuando las novelas que amas no terminan como quieres? ¿Te enojas, las quemas o matas al autor? Adivinen qué elige Morris. Varios años después, Pete Saubers encuentra un tesoro, dinero y manuscritos enterrados. Sin saberlo, ha puesto su vida y la de su familia en peligro. Solo con la ayuda de Bill Hodges, nuestro poli retirado, la rarita de Holly Gibney y el ahora universitario Jerome Robinson, se podrá cerrar este caso.

La primera parte de la novela, que funciona como introducción a la situación desesperada de Pete, es muy extensa y pesada, aunque no llega a ser aburrida. La aparición de Hodges y su equipo es casi anecdótica, no hacía falta que ingresaran al argumento, todo podría haberse solucionado sin ellos. Pero aparecen y traen la sombra perversa de alguien... De lo cual les hablaré más adelante.

El personaje de Morris me recuerda a figuras de otras novelas de King y aunque se lo presenta como alguien traumatizado y vengativo, tiene cierto aire pusilánime que no deja que lo tomes en serio. Pete, en cambio, es un muchacho simpático, un lector sin prejuicios, que se mete en problemas por amor a su familia. Es imposible no encariñarse con él. Hodges está intentado llevar una vida sana y lo vemos con una fructífera carrera de investigador privado... pero perdió el toque que tenía en el primer libro. Jerome ha reducido su imitación de jerga afro, aunque todavía causa rechazo cuando la usa. Y Holly... pues, parece superar sus traumas paso a paso, aunque no despierta empatía.

La historia no contiene giros sorpresivos, aunque sí saltos temporales, especialmente en la primera parte. Bastante acción hacia el final, pero un cierre demasiado apresurado. El punto fuerte de la novela es la intertextualidad con otros libros y con películas y la reflexión continua sobre el arte de escribir y de leer.

¿Por qué involucra a Hodges? Totalmente innecesario, la trama se estaba desarrollando muy bien sin el equipo de rescate, pero aparecen y traen consigo a alguien que podría tener poderes psíquicos en la próxima novela. ¡Por favor, qué fue eso! Desbarrancó totalmente. Tengo muy pocas ganas de leer la tercera y última entrega después de esto.

Aún así, Quien pierde paga es una novela entretenida, con poco misterio, poco balance de emociones, pero que te hipnotiza hasta el final. Sin dudas, no es lo mejor del autor, aunque tiene sus momentos intensos. Lo que sí me gustaría leer ahora es la historia de Jimmy Gold... ¿Será posible como con Carry On?