Una chica a la antigua de Louise M. Alcott

La adorable Polly Milton deja su casa en el campo y la calidez familiar para visitar a la aristócrata Fanny Shaw, que vive en la ciudad junto a sus padres, sus hermanos Tom y Maud y su abuela. Las dos chicas, de catorce años, contrastan en sus gustos, modales y manera de comportarse, pero se quieren muchísimo y esa amistad desafiará el poco interés de Polly por la moda o la frivolidad de Fanny. A lo largo de los años, las dos jóvenes aprenderán juntas lecciones de amor, trabajo y lealtad.

Una chica a la antigua (1870) se inscribe en el universo femenino y juvenil de Mujercitas, la obra más célebre de Louise May Alcott, en su elogio de la laboriosidad, la amistad entre mujeres, el decoro y los firmes principios protestantes. Pero Polly, la protagonista de la novela, está lejos de ser sumisa.¿Qué tan anticuada puede ser una joven del siglo diecinueve que decide vivir sola, trabajar para ganarse la vida y casarse solo si se enamora? La gran Alcott, que inspiró en Simone de Beauvoir la decisión de ser escritora, nos regala a otro personaje inolvidable como Jo March, que desafía los mandatos sociales y con buenos modos y mucho encanto elige la forma en que quiere vivir.

Libro único

Datos adicionales: Ya a la venta Clásicos románticos Bruguera Ediciones B 288 páginas

Sobre la autora:

Louisa May Alcott (29 de noviembre de 1832 - 6 de marzo de 1888) fue una escritora estadounidense, comprometida con el movimiento abolicionista y el sufragismo. Con el seudónimo de A.M. Barnard escribió sobre temas tabúes para la época como el adulterio y el incesto.

Este tipo de libros me encantan. Recuerdo que la lectura de Mujercitas fue muy especial para mí, adoraba a Teddy y Jo era mi favorita. Habré leído esa novela unas siete veces a lo largo de mi preadolescencia, hasta que presté el libro a una amiga y nunca me lo devolvió. Hace unos años me lo compré de nuevo, pero en otra edición (lo que me dolió mucho). Cuando vi a Una chica a la antigua reeditado, no pude evitar quererlo inmediatamente. Son novelas diferentes y parecidas al mismo tiempo, la pluma de Alcott mantiene cierto paralelismo, pero la doctrina feminista se ve mucho más claramente aquí.

"... preguntándose si llegaría alguna vez el momento en que las mujeres pudieran ganar un poco de dinero y fama sin pagar un precio tan alto por ellos..."

Polly es una chica criada en el campo, de mente sana y con buena conducta. Cuando visita a su amiga Fanny, toda una citadina, se encuentra con que sus vestidos no son lo suficientemente hermosos, sus costumbres son muy anticuadas y los flirteos le esquivan. Sin embargo, la amistad entre las niñas perdura y años después Polly vuelve a la ciudad en busca de un futuro.

Condimentando la historia con pasajes morales, la narración en tercera persona mantiene un buen ritmo, alternando el foco de atención entre los variados personajes. Escenas cargadas de humor se mezclarán con aquellas más bien nostálgicas, romances nuevos y romances viejos jugarán a enredar a los protagonistas, pero sin crear triángulos amorosos innecesarios (saben cuanto odio que hagan esas cosas).

Con algunos personajes es más fácil saber de quién están enamorados, pero otros esconderán en secreto el nombre que los hace suspirar. Se jugará un buen dilema con Polly y su amor, del cual podemos ir sospechando algo, pero que no descubriremos en su totalidad hasta los últimos capítulos. Así que, en general, el romance no será el tema central del argumento ni será completamente empalagoso.

"Los hombres deben respetar a las mujeres como estas, pensó. Sí, y también deben amarlas, pues a pesar de su independencia de espíritu, siguen siendo femeninas."

Criticando a la sociedad de la época, hablando sobre ayudar a los más necesitados, tratar bien a los sirvientes, propagar el feminismo y realizar una economía ahorrativa, Polly irá ganándose el corazón de sus conocidos y llegando a inculcar estas ideas.

Además de los personajes femeninos, también tendremos la evolución de Tom, el hermano de Fanny, al cual conoceremos desde que era un niño aventurero y travieso. Fue uno de mis personajes favoritos y seguramente es el que más matices tenga, aparte de Polly.

Una chica a la antigua es una historia muy dulce, con escenas cargadas de emoción y personajes encantadores. Una novela entretenida, que lleva el sello inconfundible de la pluma de Alcott y que nos atrapará de la misma manera que Mujercitas. Recomendado solo para aquellas lectores que gusten del género.