EDUM #99: Diez confesiones que he de hacer

¿Noticias del mundo de Nanny? Sigo desempleada, cada día más gorda y con menos ganas de salir a la calle. Pero, eh, mañana tengo turno con la nutricionista por primera vez. Claro que NO le voy a contar que el finde pasado tuve una picada riquísima donde comí de todo y que el próximo finde repito porque es el cumple de mi hermanastro. ¡No tengo cura! En fin, hoy les traigo un especial de confesiones. ¿Creían que sabían todo de mí? ¡Pues pronto así será!

Esta sección se llama EDUM (Espacio de un Martes) ¿En qué consiste? En dejar a un lado las reseñas y demás publicaciones habituales del blog, para escribir sobre una consigna divertida.

Hoy les traigo la consigna: "Diz confesiones que he de hacer". En el último EDUM vimos "Diez romances con un futuro fuera del libro".

1) He estafado: Hace mucho tiempo, había una librería en el único centro comercial de mi pueblo. No era de ninguna franquicia famosa, no era la mejor librería del mundo y no te trataban muy bien que digamos. El caso, es que convencí a mi madre que me comprara un libro (en esos tiempos, era la única forma de conseguirlos, rogando). Así que me compré el segundo libro de una trilogía que me había gustado mucho. En una noche, me lo leí completo. Quedé enamorada de la historia de amor que narraba, tan mágica y cruel. Al día siguiente, volví al centro comercial, y haciéndome la tonta a más no poder, le dije a la cajera, mostrando el ticket, que me había equivocado al comprar el libro, yo en realidad quería el tercero. Hoy en día, me ha perseguido el karma, el mejor libro de la trilogía era el segundo y no lo consigo por ningún lado.

2) Libro que llega, libro que se queda: Lo siento, sé que suelo quejarme de que cuando presto libros y no vuelven, es lo peor del mundo y todo eso... Pero a decir verdad, nunca he devuelto un libro que me han prestado. Nunca. Eso sí, odio cuando me lo hacen a mí. Querida Anto, ya no me mandes mensajes, nunca te voy a devolver Hush Hush, aunque no me gustó nada.

3) Crash, así de roto: Hay una saga en particular que es mi favorita. Y... Bueno, yo era chica. Simplemente arranqué, doble, hice mierda, una página de la saga... solo porque no me gustaba como dejaba parado a mi crush. ¿Lo peor de todo? Es que no cuido a mis libros, por eso nunca podría sortear ejemplares usados.

4) ¿Cómo que los libros digitales se compran?: Igual que la mayoría del mundo, las descargas ilegales que tan de moda están ahora, han pasado por mi vieja pc. ¿Lo más raro? Es que de las cosas que descargué, no me interesó leer ni la mitad. No sé por qué lo hacía.

5) Soy fanática de las repeticiones: Ayer estaba ayudando a mi mamá a completar las grillas de calificaciones de sus alumnos, mientras veía por segunda vez en el día Frozen (no sé cuantas veces la he visto en mi vida, pero entenderán que son muchas). Mi mamá ya acepta el hecho de que estoy loca, así que no le da importancia. Pero, he llegado a reconocer que tengo un problema: las repeticiones son lo mío. Así que repito. Repito lecturas, repito ejemplares. Tengo varias ediciones de los libros de Tolkien, por ejemplo. Y no porque sean bonitas, la mayoría no lo son. Simplemente no me puedo resistir a comprar el mismo libro varias veces. Por suerte, solo ocurre con los títulos que me gustan.

6) No hay espacio: Me han dicho en casa que son los libros o yo, los gatos o yo. Pero aún así sigo trayendo de ambas. Ya no tengo espacio en mis bibliotecas y, lo que es aún peor, no tengo espacio para comprar más bibliotecas. Así que he empezado a pensar en donar los libros que no me gustan. Es una idea que está en proceso porque: a) no me gusta desprenderme de lo que es mío (tengo un cajón entero en mi mesa de luz con gomas de borrar en diferentes estados de utilidad) b) no me gusta desprenderme de lo que es mío. c) no me gusta desprenderme de lo que es mío. Ajá, Sheldon queda chico en esto.

7) Me dejo llevar por obsesiones: Suelo obsesionarme fuertemente por algo y luego olvidarme completamente de ello. Por ejemplo, amaba a mi tortuga... hasta que me olvidé de que tenía una. No se murió, tranquilos. La terminó adoptando mi hermano. Con los libros pasa igual, o peor, porque los libros pasan más rápido entre mis manos que las mascotas. ¿Pueden creer que hubo un momento en el cual era fanática de Patrick Rothfuss? Y ahora si lo veo, lo golpeo por lenteja. Pasó lo mismo con Dune, Gaiman, Paolini, etc.

8) Te he perdido: Desde que comencé a viajar sola, he perdido alrededor de dos a tres libros por año. Suelo leer todo el tiempo, cuando viajo, cuando voy de compras, etc. Pero no suelo llevar mochila ni cartera, eso quiere decir que el libro va en mis manos o debajo del brazo. Y muchas veces me los he dejado olvidado en mostradores, asientos de plaza, etc. El último libro que perdí fue cuando me intentaron robar en el tren, pero bueno, para eso tengo excusa.

9) Amazon tiene libros gratis: La mayoría son horribles, pero hay excepciones. Jajaja, no van a creer el compilado de reseñas WTF que estoy armando con esos libros gratuitos. No sé que tienen, pero me gusta leerlos, ver las faltas de ortografía, las frases sin sentido. Me siento mejor conmigo misma cuando acabo.

10) Suelo prejuzgar: Sí, tal como lo leen. Si he escuchado que el autor es una mala persona, encararé el libro con mala gana. Lo mismo pasa si he leído demasiadas reseñas negativas. A veces me he llevado sorpresas, como con El odio que das. Otras tantas, no, simplemente tenían razón.

¿Te animas a confesar algo?

Por cierto, este blog no apoya las descargas ilegales, blablabla, hay que apoyar a los autores nacionales, blablabla, *inserte ética aquí*