¡Desbloqueado nuevo hobby!En el taller de cerámica Soyo, todos tienen una historia que contar.Agotada de su trabajo como redactora de programas televisivos, Jeongmin decide abandonar su puesto para tomarse un tiempo a solas e intentar recomponer su vida. Cuando se topa con un pequeño taller de cerámica, la misteriosa profesora la invita a entrar. La calidez y la luz del lugar, el olor a arcilla y el increíble café que beben sus compañeros despiertan los sentidos de Jeongmin y la hacen sentirse viva por primera vez en mucho tiempo.Durante ese año, estación tras estación y pieza tras pieza, Jeongmin reconecta consigo misma y entabla amistades inesperadas con los otros alumnos del taller, que tratan de superar sus propios problemas mientras trabajan con el torno de alfarería. En concreto, conecta de manera especial con un joven cuya relación con su novia está empezando a deteriorarse, y ambos comienzan a apoyarse el uno en el otro cada vez más.A medida que se acerca el invierno y la nieve se acumula en el alféizar de la ventana del taller, Jeongmin se da cuenta de lo mucho que ha cambiado. Quizás ahora ya esté preparada para enfrentarse a los recuerdos de los que lleva huyendo tanto tiempo... y para abrir de nuevo su corazón. Pero deberá tomar una importante decisión: ¿es mejor quedarse en su zona de confort, o merece la pena arriesgarse?
Libro único Nube de etiquetas: Literatura asiática, ficción contemporánea, romance suave, novela cozy, sobre hobby. Advertencias: Depresión | Datos adicionales: Editorial: Plata Páginas: 256 Publicado originalmente: 2024 Género: Ficción, romance contemporáneo, cozy. ¿Dónde lo consigo? Comprá en las tiendas: Amazon Buscalibre |
Sobre la autora:
Historias del taller de cerámica Soyo de Yeon Somin fue un regalo sorpresa, pero que me encantó recibir. No lo empecé a leer con muchas expectativas, la cerámica nunca me llamó la atención y, como soy bastante torpe, tiendo a hacer manualidades muy feas, así que no era un hobby que estuviera en mi radar. Sin embargo, en cuanto a empecé a leerlo me vi envuelta en una historia muy bonita, no me esperaba que fuera tan cozy y que me atrapara de esta forma.
La protagonista está atravesando una depresión bastante severa; creo que solo hay una mención directa a esto, ya que está narrado de una manera muy particular. ¿Una novela cozy sobre depresión? Parece una contradicción, pero esta novela demuestra que no lo es. Escribir sobre un tema tan complejo como la depresión sin caer en un tono demasiado denso o angustiante es un verdadero desafío. Requiere equilibrio: por un lado, no minimizar el sufrimiento de la protagonista ni romantizar su situación, y por otro, construir una historia que invite a seguir leyendo, que brinde pequeños destellos de calidez y esperanza sin volverse condescendiente. Mantener el tono cozy significa darle espacio a la recuperación, reflejarla con realismo y paciencia. La historia no ofrece soluciones mágicas ni momentos de revelación instantánea, sino que se toma el tiempo para mostrar el proceso, con retrocesos, dudas y avances sutiles. Y eso es lo que la hace tan efectiva, nos recuerda que la sanación no es lineal, que el apoyo, la rutina y los pequeños placeres cotidianos pueden ser anclas en tiempos difíciles.
Esto es justamente lo que más me gustó del libro, es admirable cómo la autora logra transmitir una sensación de calidez sin restarle importancia al dolor de la protagonista. Yeon Somin lo logra, con un estilo descriptivo corto, sumamente sensorial y que se toma su tiempo para construir no solo a la protagonista, sino a cada personaje. Todos tienen una historia de trasfondo, todos están ahí por algo. Su pluma es delicada y envolvente, con un ritmo pausado pero siempre significativo, donde cada detalle suma y cada diálogo tiene un propósito. Sabe exactamente cómo dosificar la información, cómo hacer que cada revelación llegue en el momento justo y cómo dar vida a los escenarios sin abrumar al lector con descripciones innecesarias. La novela está excelentemente construida y desde los personajes hasta los escenarios evocan a una Corea atractiva.
La literatura coreana actual nos está ofreciendo cada vez más historias con una mirada íntima y detallada de la vida cotidiana en Corea del Sur. A través de sus páginas, podemos ver reflejados elementos culturales que, aunque a veces sutiles, ayudan a construir una atmósfera auténtica y fascinante. Desde el uso de caracteres hanja en los nombres, que revelan significados profundos y tradiciones familiares, hasta la estructura del lenguaje con sus marcadores de discurso honoríficos, que muestran las complejas dinámicas sociales del país. También aparecen referencias al sistema educativo coreano, conocido por su competitividad y exigencia, y detalles tan cotidianos como la omnipresencia de las funciones de televisión en cafés y restaurantes, una imagen que nos transporta directamente a las calles de Seúl. Y, por supuesto, no faltan las descripciones de platos típicos que nos recuerdan lo importante que es la comida en la identidad y el día a día de los personajes.
Hay un pequeño romance en la novela, pero no es el foco central de la misma e incluso si no estuviera, no se echaría en falta. Sin embargo, se presenta una relación tan bonita que no pude evitar emocionarme cuando termina con final feliz. ¡Fue un momento muy de k-drama!
Cuando terminas el libro, sientes que te encariñaste con todos. Sin excepción, pero especialmente con el taller Soyo. Me gustó que enfocaran al taller no solo como un lugar romantizado de curación, sino también como un pequeño emprendimiento secundario de una artista, que necesita vender, crear cursos y promocionarse en redes. ¡Eso le aportó mucho a la trama! Pero, me faltó un poco de descripción sobre la tarea artesanal en sí, se hacen algunas escenas sobre la labor ceramista muy bonitas con frases poéticas, pero le faltó un toque de información. Como mucho el hobby a mi personalmente no me interesa, esto no me afecta para disfrutar la lectura, pero alguien con más conocimientos sobre el tema podría tomárselo disanto. ¡Y no es que la autora desconozca el tema! Nope, ella hace cerámica e incluso se puede decir que volcó muchas experiencias propias en la construcción de esta novela. Supongo que algún editor le recomendó no sobrecargar al lector con esto.
Historias del taller de cerámica Soyo de Yeon Somin es una novela cozy muy atractiva (mención especial a esa ilustración tan linda de tapa), que disfruté a lo largo de una tarde y que marqué con muchos post-its. ¡Queda recomendada absolutamente!
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