¿Qué pasaría si todos tus recuerdos desaparecieran de tu mente y no tuvieras más opción que seguir adelante, incapaz de impedirlo?
Alice Howland está orgullosa de la vida que tanto esfuerzo le ha costado construir. A los cincuenta, es profesora de psicología cognitiva en Harvard y una experta lingüista de fama mundial, con un marido exitoso y tres hijos adultos. Cuando empieza a sentirse desorientada y olvidadiza, un trágico diagnóstico cambia su vida, al tiempo que la relación con su familia y con el mundo, para siempre.
Bella y aterradora a la vez, esta extraordinaria novela es un retrato vívido y emotivo de la irrupción precoz del Alzheimer. Una conmovedora historia de lo que Alice piensa y siente al comprobar cómo deja de ser la persona que era y cómo no sólo pierde su identidad sino todo lo que conformaba su vida.
Libro único
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Datos adicionales:
Ya a la venta
Ediciones B
325 páginas
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Siempre Alice es una novela muy rica en estilo y argumento, que no logró emocionarme tanto como esperaba, pero de la cual supe apreciar una calidad que hay que reconocer.
Con un estilo muy fluido y prolijo, vamos conociendo la historia de Alice, una mujer exitosa y brillante, que descubre que tiene Alzheimer en una etapa muy avanzada. Mientras los meses avanzan, la narración va mutando, para demostrar así como la enfermedad va degenerando la mente de la protagonista.
Cruda en algunos momentos, más allá de la enfermedad, es imposible no reflexionar acerca de la calidad de vida y de los tratamientos médicos. En la novela, por ejemplo, tenemos al Amylex, creado por la autora, para describir las esperanzas que se forman alrededor de la solución mágica. Y del profundo sentimiento de decepción, desgarrador para quienes viven la enfermedad y para quienes ven a su ser querido enfermarse más y más, cuando comprenden que no hay salida.
Como dije en un principio, la novela no llegó a emocionarme tanto como en un principio supuse que haría. Es más, comencé a leerla con miedo, porque pensé que saldría destruida de una lectura así, más que nada debido a experiencias familiares.
Sin embargo, Siempre Alice me gustó. Es una novela de esas que, a pesar de que son tristes, puedes ver cierta belleza en las emociones que recorren las páginas, las descripciones tan certeras de las posturas de los familiares de la protagonista, la presencia de los médicos, de los tratamientos alternativos. Obviamente, aquí entra en función la profesión de la autora, que se ha dedicado durante toda su vida al estudio del Alzheimer.
Por último, he de señalar dos cosas. La primera es la edición, que se presenta sencilla, pero hermosa. La segunda, que la actriz que interpreta a Alice, Julianne Moore, ganó el Oscar este año por su papel en la adaptación del libro. Así que, además de leer esta novela, si tienen el valor suficiente para hacerlo, les recomiendo ver la película, que también es muy intensa.
Gracias a la Editorial por el Ejemplar
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