Ayer, sábado 13 de junio, asistí por tercer vez consecutiva, al Encuentro Anual de Libros y Maestros organizado por el Grupo Editorial Penguin Random House (Sudamericana y Alfaguara), en el Paseo La Plaza, sobre calle Corrientes.El Encuentro Anual de Libros y Maestros es un espacio para compartir las novedades de literatura juvenil e infantil, escuchar conferencias de escritores y representantes de las instituciones educativas, aprovechar descuentos y, sobre todo, encontrarse con compañeros docentes y debatir sobre la realidad en las escuelas y secundarias.
Después de las charlas de Canela y del equipo Hurrell-Zelarallán, tuvimos una horita para almorzar. Mientras, se realizó la firma de libros.
Salí a recorrer un poco el Paseo La Plaza y terminé comiendo un Triple en el Mac que está al ladito de la galería.
Como me sobraba tiempo (ya que como muy rápido), me puse a leer Número Cero de Umberto Eco y respondí un par de mails que tenía colgados.
Luego de la pausa para el almuerzo, comenzó la Charla Una historia, dos lenguajes. El arte de contar con la palabra y la imagen.
Iris Rivera presentó su libro álbum Plácida, colección Los caminadores, y ocurrió algo muy bonito en la Sala.
Iris nos contó que hace muy poco comenzó a notar lo importante que eran las ilustraciones en los libros infantiles.
A medida que iban pasando en el proyector un ebook de Plácida, el público y la misma autora conversaban acerca de los distintos significados de las ilustraciones hechas por mEy!. Iris completó la idea, señalando que un libro es "un medio libro", hasta que el lector lo lee y lo completa. Dijo que en ese momento no había una sola Plácida, había una por cada uno de los presentes, con distintos significados, razones y sentimientos. Esta idea me gustó mucho, porque la expresó con simpleza y llena de sonrisas. Tanto me agradó, que pronto les dejaré la reseña del libro.
Plácida de Iris Rivera
Ilustraciones de mEy!
Los Caminadores - Sudamericana - Penguin Random House
32 páginas
$99
A Plácida no le gustaba ser tortuga.
No le gustaba.
¿Por qué, sin alas?
¿Por qué, los ojos chicos?
¿Por qué, las patas cortas?
¿Y por qué, toda gris?
A Plácida no le gustaba ser tortuga y se la pasaba ocultándose entre las plantas. Y así, entre las calas, escuchaba cómo algunos bichos admiraban a las amapolas, a los pájaros, a la luna. "Por qué no seré yo como ellos; no soy alta, no vuelo, no soy luminosa", pensaba Plácida. Pero algo sorprenderá al lector, algo de lo que Plácida no se da cuenta.
A las dos hs, comenzó la Charla Tener en cuenta a los chicos (y otros secretos de los libros para pre-adolescentes). Hizo aparición María Inés Falconi, una escritora, docente, dramaturga, guionista de cine y directora de teatro; muy conocida por su best seller Caídos del mapa y Fin de semana en el El paraíso, y aclamada por el público juvenil.
Falconi presentó su novela Coordenadas para un crimen, de serie Infinita. Incluso pasaron un book trailer (que dicho sea de paso, me llamó muchísimo la atención). Contando anécdotas y la idea que fue causa de que naciera este libro, logró muchas risas entre el público.
Coordenadas para un crimen de María Inés Falconi
Serie Infinita - Montena - Penguin Random House
320 páginas
$169
El tío de Fran le presta a su sobrino el GPS que acaba de comprar. Fran está fascinado con el aparato que le da indicaciones de cómo llegar a los distintos lugares. Junto con Tonio lo prueban una y otra vez, y pronto se dan cuenta de que algo funciona mal porque el GPS los lleva siempre al mismo lugar: a la casa de don Angel y doña Felisa, que queda en las afueras del pueblo. Pero el problema no es solo que "ese GP" (como lo llama Tonio) los lleva hacia la misma dirección, sino que los lleva ¡hacia el futuro! Y lo que encuentran en el futuro es espantoso: don Ángel y Felisa tirados en el suelo, asesinados cruelmente. A partir de ahí, los chicos, acompañados de su amiga Vicky, viajarán hacia el futuro y también hacia el pasado, con la intención de hacer hasta lo imposible para evitar el horrible crimen.
Terminada la charla, nos levantamos para un coffee break (nuevamente medialunas con café). Podíamos pasear por la sala, mirar los libros, o asistir a la firma de libros de Iris y Falconi.
Yo me hice de un cafecito, me comí una medialuna (seee, estoy reeee gordaaa), conversé un rato con unas colegas y luego me fui a la firma de Iris, en donde llevé mi ejemplar de En la punta de la lengua, cuentos cortos y cortitos.
¿Otra vez la entrada es muy larga? Pues cierro entonces, dejando los temas a tratar en las próximas notas:
Reseña: Lectura colectiva de Plácida
Crónica (IV) Libros y más libros
IMM #71: Lo que me dejó el Encuentro
Reseña: Cleopatra lo sabía
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