A Plácida no le gustaba ser tortuga.No le gustaba.¿Por qué, sin alas?¿Por qué, los ojos chicos?¿Por qué, las patas cortas?¿Y por qué, toda gris?A Plácida no le gustaba ser tortuga y se la pasaba ocultándose entre las plantas. Y así, entre las calas, escuchaba cómo algunos bichos admiraban a las amapolas, a los pájaros, a la luna. "Por qué no seré yo como ellos / no soy alta, no vuelo, no soy luminosa", pensaba Plácida. Pero algo sorprenderá al lector, algo de lo que Plácida no se da cuenta.
Libro único | Datos adicionales: Ya a la venta Penguin Random House Primera Sudamericana 32 páginas |
Ésta va a ser una reseña media extraña, porque más allá del libro en sí, quiero hablarles de la experiencia que fue realizar una lectura colectiva en el Encuentro Anual de Libros y Maestros 2015.
La editora y la autora estaban en el escenario, y un proyector comenzó a pasar el ebook de Plácida, un libro álbum (texto + imágenes, que forman un solo lenguaje y se complementan).
Este relato infantil breve e ilustrado, trata sobre una tortuga llamada Plácida, a la cual no le gusta ser ella... No le gusta como es, ni como camina, como se ve y como se siente.
El argumento es sencillo, mas los versos que Iris a escrito junto con las ilustraciones tan bonitas y llamativas que ha hecho mEy!, lo hacen especial.
Este es un libro para chicos pequeños, para primeras incursiones en la lectura, para salas de jardín y para compartir entre padres e hijos. Es para reflexionar, para maravillarse y para ver lo bonito de cada persona.
Lo interesante, es la lectura que hemos hecho de Plácida. Verán, a medida que la editora iba pasando las imágenes en el proyector, Iris Rivera nos iba leyendo...
Las imágenes a doble página y a todo color, fueron tema de conversación. ¿Hacia dónde miraban los ojos de la tortuga y de los insectos? Parecían atravesar el libro. ¿Qué es lo que sucede cuando se asoma de su caparazón? ¿Ven cómo se camufla con el árbol? Estos y miles de comentarios más iban surgiendo.
El final... Ah, el final causó sorpresa. Y eso que eramos todos adultos los que estábamos en la sala (¿se imaginan el desconcierto que le podría surgir a un chico pequeño?). Debatimos largo y tendido al respecto, y aunque casi le pedíamos explicaciones a los gritos a Rivera, con grandes sonrisas, ella nos explicó que:
Un libro es "un medio libro", hasta que un lector lo lee y lo completa. Cada uno de nosotros había completado Plácida con emociones, reflexiones y razonamientos propios. No había una sola Plácida en la sala, había decenas. Eso es lo mágico de leer. Rivera resumió una compleja teoría literaria, en un par de frases sencillas y llenas de carisma.
Al final de esta charla, casi todas las docentes compraron el libro. Incluso aquellas que no tenían niños pequeños como alumnos, alguna profesora (que no recuerdo bien su nombre), dijo que lo trabajaría con sus alumnos adolescentes, porque podía hablar de la baja autoestima y de la mirada del otro.
Yo me he quedado con la bella experiencia de esta lectura conjunta, con todos los debates y opiniones diversas que se realizaron en la sala, con las sonrisas de Rivera y con los aplausos finales, que eran de completa sinceridad.
Gracias a la Editorial, a la Autora y a los Organizadores del Evento por hacer posible esta lectura.
Me encanta. Lo quiero. Muchas gracias por la reseña :D
ResponderBorrarQue bueno! Te va a gustar, es de esos libros para apreciar.
BorrarAbrazos! =)