Número Cero de Umberto Eco

Los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores.

Con estas credenciales se nos presenta Colonna, el protagonista de Número Cero, que en abril de 1992, a sus cincuenta años, recibe una extraña propuesta de un tal Simei: va a convertirse en redactor jefe de Domani, un diario que se adelantará a los acontecimientos a base de suposiciones y mucha imaginación, sin reparar casi en el límite que separa la verdad de la mentira, y chantajeando de paso a las altas esferas del poder.

El hombre, que hasta la fecha ha malvivido como documentalista y que, en palabras de su ex mujer, es un perdedor compulsivo, acepta l reto y arranca la aventura. Reunidos en un despacho confortable, Colonna y otros seis colegas preparan el Número Cero, la edición anticipada del nuevo periódico, indagando en archivos que esconden los secretos ocultos de la CIA, del Vaticano y del a vida de Mussolini.

Todo parece ir sobre ruedas hasta que un cadáver tendido en una calle de Milán y un amor discreto cambian el destino de nuestro héroe y el modo en que los lectores vamos a mirar la realidad, o lo que queda de ella.

Libro único

Datos adicionales: Ya a la venta Lumen Penguin Random House 218 páginas

Sobre el autor:

Umberto Eco (5 de enero de 1932) es un escritor y filósofo italiano, experto en semiótica.

Este libro te deja paranoico. No puedes ver la televisión sin pensar en qué te están ocultando. Ni leer el diario sin imaginarte mil versiones de la misma noticia, para saber dónde reside el engaño. Y es que Número Cero tiene fuertes personajes en una trama muy actual que toca fibras sensibles de cualquier sociedad. Una obra de arte, del indiscutible maestro Eco.

Umberto Eco es un respetado teórico de Literatura, sus estudios son amplios, y sus textos se leen en todas las Universidades. Así conocí a este gran autor y pronto comencé a sumergirme en sus novelas, de las cuales mi favorita siempre ha sido El nombre de la rosa. Entenderán que cuando vi a Número Cero con una trama tan interesante, no pude evitar el tirón para leerla.

La narración en primera persona comienza en el acto de mayor tensión (obviamente no voy a contarles cuál es) y de ahí retrocede a contarnos cómo comenzó todo. Así, vamos conociendo a Colonna, un cincuentón que ha perdido en todas las etapas de su vida, y que se enfrenta al mayor desafío de su vida. Podrá encontrarse al amor, a la promesa del dinero y, a la verdad, si sabe percibirla.

Me han encantado absolutamente todos los personajes de esta novela, pero Braggadocio y Maia se llevan el plato con todas sus excentricidades. Además, las continúas descripciones de Milán podrían enamorar a cualquiera, especialmente cuando se mete en los lugares más oscuros.

Con una prosa astuta, que sabe introducir las teorías conspiratorias más locas en medio de diálogos extensos, o de enumerar las cualidades de un personaje comparándolo con citas de otros libros, con momentos históricos importantes de Italia puestos bajo la lupa y con una red de tramas que se van uniendo hasta el final más irónico posible.

Número Cero es realmente un novelón de primera, pero necesitará de un lector atento, que abra su mente a las teorías de Braggadocio, al doble papel de Colonna, a la simpatía enferma de Simei y al papel irresistible de Lucidi.

En suma, esta novela me ha encantado, me ha asombrado, me ha dejado desconfiada del mundo y un tanto paranoica de las verdades absolutas. Totalmente un éxito de la parodia y de la autocensura.

Gracias a la Editorial por el Ejemplar