Sin historial de Lissa D'Angelo

Tengo veinticuatro horas para encontrarlo. Mil cuatrocientos cuarenta minutos para presentarme. Ochenta y seis mil cuatrocientos segundos para enamorarlo y sólo un beso para que me vuelva a olvidar. En una sociedad perfecta, donde no hay espacio para el rencor ni el odio; un mundo donde no tienes tiempo para recordar, los engaños y las mentiras no tienen efectos secundarios, ya que sólo basta un día para que los dejes atrás. Porque cuando el reloj da las doce todas las mentes se formatean, bueno… Todas a excepción de la mía.

Veinticuatro horas para olvidar: 1. Sin historial - Sin rastro (spin off)

Datos adicionales: Ya a la venta Editorial SeLeer 325 páginas

Sobre la autora:

Lissa D'Angelo (1990) es una escritora chilena famosa por sus fanfictions.

Hace mucho tiempo que tenía guardada esta novela (antes de su re edición y su salida en papel). Sin embargo, no fue hasta que ustedes la eligieron para que la reseñe, que me dispuse a leerla. ¿De qué estoy hablando? Del desafío Decidme qué reseño que pronto volverá a salir en su segunda edición.

“Los recuerdos son sólo eso. No son reales, no son tangibles y merecen ser olvidados."

Anaya, narradora y protagonista, nos sitúa en La Grata, una ciudad solamente para mujeres, ya que los hombres no existen. Cuack, no hay, ¿se imaginan? Pero a ellas les parece bárbaro, porque los "machos" son unas bestias peligrosas (jajaja). Como para jugar un poco más con el argumento, también está el detallito de que a las doce de la noche en punto, todas las memorias se formatean a cero... Te olvidas de todo lo que pasó en el día y solo recuerdas como una base que te protege de perder la cordura y la educación mínima. Sin embargo, nuestra heroína, sí puede recordar, lo cual al comienzo la tortura un poco bastante. Y aquí viene el problema, al recordar, puede crear lazos, y ella hace uno con su mejor amiga Emil. Peeeero, Emil no siente lo mismo claro y no está bien centrada la pobre chica. A los diecisiete años, algo puede cambiar, ¿te imaginas qué?

El argumento me sorprendió al principio, especialmente cuando apareció un dulce "minino", me tranquilicé mucho. Es algo muy extraño lo que ocurre allí, pero bueeeeeeno. Cuidado, el gato de veintiún años tiene unas piernas muy peludas...

Lo que rescato en gran medida de la historia, es la cuota muy original que D'Angelo le pone a todo. Y los cierres o explicaciones que se dan, que también me han gustado. O sea, el final fue un infarto. Me gustan esos finales.

Sin historial se lee rápido y disfruta a partes iguales, no es la mejor obra de arte, pero justamente por eso me pareció tan entretenida. Me dejó relajarme y leer sin tener que revisar la lectura cada cinco minutos. Tuve explosiones de ataques de risa.

Lo que no me enganchó para nada, fueron los personajes, a los cuales noté muy en los extremos, Anaya peca de una ingenuidad desesperante y a excepción de Irah, no les tomé cariño a ninguno. También la narración está un poco floja, y hay faltas de ortografía, pero eso tal vez se deba a mi ebook y en la versión papel esté ya corregido, así que no lo tengan muy en cuenta. Además, existe un spin off de solo diecisiete páginas, que son para llorar, también tiene algunos detallitos, pero no, me refiero a que son puro sentimiento.

Entonces, ¿qué hacemos con esta novela? Pues si buscas algo divertido, sin demasiadas pretensiones, y a lo que no debes estar analizando, Sin historial es tu novela distópica rosa. Si los chistes no te van cuando el panorama es siniestro y retorcido, si la ingenuidad hace que quieras vomitar, entonces, éste no es un buen libro para ti.