Todo puede suceder de Will Walton

domingo, 10 de enero de 2016


Hola, soy Tretch.
Tengo algo que contarte: estoy enamorado de mi mejor amigo. A decir verdad, nadie lo sabe. Ni él. Ni mi familia. Ni la chica de la librería, que al parecer está enamorada de mí. Todos me quieren, pero siento que solo ven una faceta mía. La que yo les permito que vean. Y no me gusta. Lo sabes bien: el riesgo de vivir una mentira es que tu vida puede convertirse en una.
¿Qué pasaría si me conocieran tal cual soy?
Todo puede suceder es una historia divertida que explora todas las variantes del amor y la amistad. Con una prosa irónica, Will Walton nos muestra que a veces es necesario dejar que todo se derrumbe para comenzar de nuevo.


Libro único
Datos adicionales:
Ya a la venta
V&R Editoras
288 páginas

Sobre el autor:


Will Walton es un escritor y librero estadounidense.
Todo puede suceder es una novela breve y ligera que trata sobre la autoaceptación. Con un protagonista homosexual que esconde su identidad sexual, la trama se desarrolla sobre esta tensión y logra mantener un equilibrio que cautivará el lector.

A pesar del hype, el libro es absolutamente lineal (no nos esperan sorpresas previsibles y mucho menos giros argumentales despampanantes) y me atrevería a decir que hasta básico. La pluma del autor, Will Walton, no tiene nada de llamativa y, aunque es muy prolija, no despierta emociones ni utiliza el lenguaje de alguna manera en particular. Si te cuenta que el personaje se está tomando un mate (cosa que obviamente no ocurre en una novela estadounidense) no te deja pensando que en realidad está en una lucha introspectiva sobre el trabajo en negro y explotador en el campo... No, simplemente se toma un mate y quizás le guste o no, pero eso es todo.

Es simplemente entretenida y se puede leer de un tirón, aunque el comienzo es un tanto lento y necesita de mucha voluntad. Especialmente para todos aquellos lectores del género que ya se han cansado de personajes que "salen del armario". ¿Acaso los personajes de la comunidad no merecen historias llenas de aventuras, emociones y desafíos? ¿Acaso eso queda solamente reservado para el héroe tradicional heterosexual?

Sin embargo, es siempre satisfactorio que se le de la importancia debida a la literatura LGBT+. Más en nuestro mercado, donde esto es tan reciente y donde las escuelas aún parecen a años luz de un cambio en la currícula que implementan. ¿Estoy criticando a la escuela? Ups, sorry. Sé que se están implementando muchas cosas, pero todavía falta. Falta y es necesario que eso sea solucionado pronto.

Algo interesante que mencionar sobre la historia es que podemos leer algunos detallitos de una pareja adulta homosxual. No voy a contar mucho, porque es delicioso descubrir esas partes en la lectura. No es que sean personajes muy importantes, pero le dan un plus necesario al desarrollo del argumento y da cierta... ¿justificación?... a un hecho del final del libro.

El gran quid aquí es enamorarse de tu mejor amigo. La temida etiqueta de Friendzone (la cual es muy criticada también, ya que pone a uno como víctima y al otro como malo que no quiere enamorarse del amigo), que seguramente todos alguna vez han conocido y acariciado con frustración. Sin embargo (con esta reseña todo parece tener un pero), nuestro prota es más amigo que enamorado, pues no tiene esos arranques sentimentales que cualquiera de nosotros tendría en situaciones tipo: "Mi crush está coqueteando con alguien más, voy a tirarme del puente". Ok, no. Pero nada, ¿nada de emoción? Tal vez la verdadera historia sea: "Tretch es extraterrestre y por eso no tiene emociones".

Tal vez falte un poco de construcción en algunos personajes, pero para ser una novela inicial está bien. Seguramente estas faltas de emociones que mencionaba en Tretch sean simplemente un par de correcciones que le faltan a algunas escenas. O tal vez no, tal vez sea esa la intención inicial. El mejor amigo, el galán de esta historia, es quien más hueco se siente. Casi podríamos decir que es la versión hetero de Tretch. Y eso está mal. Yo quería conocer a nuestro protagonista y entender qué es lo que ama de su amigo, qué es lo que siente cuando lo ve intentando levantarse a alguien, qué es lo que le pasa por la cabeza ante el acoso o la duda de revelarle a sus padres quién es realmente.

En definitiva, me parece un libro demasiado políticamente correcto. No hay problemas que sacudan la vida del protagonista, no se enfrenta a nada ni a nadie, no lucha por algo. Bueno, digamos que sí hay algunas cositas (las típicas), pero son como globos de colores llamativos, los ves venir, te emocionas y cuando están al alcance de tu mano, se desinflan. Todos los "problemas" de Tretch terminan así, todo con demasiada facilidad. Y hablando de terminar, odié el final. Los finales abiertos suelen darme problemas, pero este final fue abierto y decepcionante.

Entonces, ¿qué saco de positivo de esta lectura? Que el mercado se esté abriendo a la literatura YA del LGBT+ y que la lectura fue entretenida. Todo lo malo ya lo he dicho. ¿Queda recomendado? Sí, para aquellos lectores que no se han agotado aún con la primicia de revelación, autoaceptación y confesión.


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