Reseña | Soy un gato de Natsume Sōseki

Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre.

Así comienza la primera y más hilarante novela de Natsume Sōseki, una auténtica obra maestra de la literatura japonesa, que narra las aventuras de un desdeñoso felino que cohabita, de modo accidental, con un grupo de grotescos personajes, miembros todos ellos de la bienpensante clase media tokiota: el dispéptico profesor Kushami y su familia, teóricos dueños de la casa donde vive el gato; el mejor amigo del profesor, el charlatán e irritante Meitei; o el joven estudioso Kangetsu, que día sí, día no, intenta arreglárselas para conquistar a la hija de los vecinos. Escrita justo antes de su aclamada novela Botchan, Soy un gato es una sátira descarnada de la burguesía Meiji. Dotada de un ingenio a prueba de bombas y de un humor sardónico, recorre las peripecias de un voluble filósofo gatuno que no se cansa de hacer los comentarios más incisivos sobre la disparatada tropa de seres humanos con la que le ha tocado convivir.

Libro único Nube de etiquetas: Ficción asiática, Literatura japonesa, Narrador animal Advertencias: Machismo, Suicidio, Crueldad animal

Datos adicionales: Título original: 吾輩は猫である [Wagahai wa Neko de Aru] Editorial: Impedimenta Páginas: 656 Publicado originalmente: 1905 Publicación de esta edición: 2022 Género: Ficción

Sobre el autor:

Natsume Sōseki (1867–1916), seudónimo literario de Natsume Kinnosuke, fue un escritor japonés y profesor de literatura inglesa. Sus obras más conocidas son Botchan, Soy un gato y Kokoro.

Soy un gato de Natsume Sōseki no es una historia para todo el mundo, sí; pero no es imposible de leer. Encontré este libro cuando buscaba un autoregalo para mi cumpleaños. La edición de la editorial Impedimenta es preciosa por su simpleza: completamente blanca y pequeña. La ilustración del gatito atigrado y la primera frase con la que comienza esta novela, terminaron de convencerme para que lo comprara.

No conocía al autor ni había leído reseñas. Por eso, me sorprendió un poco que este libro sea un considerado un clásico de la literatura japonesa. ¿Cómo había terminado yo con una lectura como esta? Me sentí un poco intimidada cuando comencé a leerlo e incluso tardé bastante en concluirlo, pero no me arrepiento de la experiencia.

La ficción asiática es un tanto distinta a la nuestra, especialmente en los libros más antiguos. Soy un gato se publicó originalmente en 1905 y recoge hechos históricos de aquella época en Tokio. Sin embargo, hay continuas referencias a la cultura europea (algo que se debe a la vida que llevó Sōseki, fuertemente influenciado). A medida que uno va leyendo la novela se hace inevitable observar que está llena de notas a pie de páginas y resultan absolutamente imprescindibles para entender algunas referencias culturales.

Se discurre sobre moral, sobre humanismo, sobre cortesías, sobre ideologías y más. Hay un pasaje muy acertado sobre los maestros que me asombró, no podía parar de reír y compartí el fragmento con mis colegas (¡era tan actual!). Así también hay un poco de machismo y un par de cositas sobre el suicidio que quizás pueda molestar a algunos lectores. Incluso también de cierta crueldad animal. Hay que tener en cuenta la época para juzgar estas cosas, pero siempre está bien advertir por si es un tema sensible para alguien.

A mi me afectó un poco (bastante) el final. No me gustó nada y estoy un poco indignada. Entiendo que el autor tenía cierta necesidad de cerrar definitivamente esta historia que iba publicándose por entregas. Me imagino que fue el único mecanismo que se le ocurrió para dejar bien claro que ya no iba a escribir más sobre este gatito innominado. Pero igualmente no me gusta cómo lo hizo y eso le bajó un poco mi calificación.

En esta historia encontraremos una crítica satírica a la sociedad japonesa de la época, con grandes dosis de humor y personajes muy llamativos, empezando por el narrador gatuno. Este gato sin nombre es muy culto y comprende el carácter de los humanos de una manera realmente muy singular. Podemos suponer que es un reflejo su dueño, Kushami (maestro de literatura inglesa) y de los intelectuales amigos que visitan la casa continuamente. Se nota cierta semejanza entre la figura de Kushami y la propia vida del autor.

Pero no todo es una verborragia de cultura, en medio de la historia tendremos muchas tramas humorísticas, un enredo de amor (no hace que la novela sea de romance, solo es un condimento para aderezar un poco la cosa) y algunas observaciones sobre la conducta humana que son muy asertivas y filosóficas. En definitiva, Soy un gato es una novela muy compleja, que no es para todo el mundo debido a su naturaleza y época, pero que se mantiene vigente y entretiene.

Si te gustó la reseña, ¡dejá un comentario y comparte amor!