La tía Tula de Miguel Unamuno

sábado, 13 de septiembre de 2014


Siguiendo su característica manera de novelar, en que excluye casi por completo la descripción de fenómenos externos para atender exclusivamente al paisaje interior de la personalidad humana, Miguel de Unamuno ha creado en La tía Tula un personaje fuera de lo corriente, a través del cual explora la dicotomía virginidad-maternidad, tan ligada a los fundamentos del cristianismo.
La tía Tula, sin duda la más popular de las novelas de Miguel de Unamuno (1864-1936), es, según su autor, «la historia de una joven que, rechazando novios, se queda soltera para cuidar a unos sobrinos, hijos de una hermana que se le muere. Vive con el cuñado, a quien rechaza para marido, pues no quiere manchar con el débito conyugal el recinto en que respiran aire de castidad sus hijos. Satisfecho el instinto de maternidad, ¿para qué perder su virginidad? Es virgen madre».

Libro único
Datos adicionales:
Ya a la venta
Editorial Nuevo Siglo
210 páginas

Sobre el autor:


Miguel de Unamuno (29 de septiembre de 1864 – 31 de diciembre de 1936) fue un escritor y filósofo español perteneciente a la generación del 98.
Compré esta novela un día que me olvidé la lectura que estaba leyendo (creo que era La lluvia en tu habitación). La compré de oferta y de segunda mano... Lo que significa que estaba descuidado, roto y ¿húmedo?. Pero era un libro y yo necesito leer algo durante el día o me entra pánico a la sociedad... No es chiste.

Este clásico de la literatura de Unamuno es una novela breve que tiene una crítica contra el cristianismo y la infravaloración de la mujer, la represión sexual femenina. Sin embargo, La tía Tula acaba convirtiéndose en un cliché lleno de convencionalismos y tópicos.

Dos hermanas son muy unidas, una de ellas es hermosa físicamente, la otra lo es interiormente. Cuando la hermana menor contrae matrimonio, Tula no se siente ofendida ni busca desesperadamente candidato. No, se emociona tantísimo con la felicidad de su hermana, tanto que poco a poco va usurpando su lugar...

Esta novela habla sobre el amor maternal no natural. Tula utiliza a su hermana y a Manuela para formar la familia que ella nunca podrá tener por su obsesión por reglas morales absurdas que se autoimpone.

Lo único positivo que le he visto a esta obra (lo siento, pero este es mi blog y yo opino lo que quiero, si no gusta a crearse uno y listo) es la pluma de Unamuno, tan experta en crear un personaje con relieve ideológico, religioso y moral. Así de sencillo, es lo único que rescato.

El resto de los personajes no llegan a expandirse, especialmente las mujeres que son todas sumisas y repulsivas; es tan fuerte Tula que nada logra sacarle el protagonismo. Es imposible simpatizar con ella, ya que acaba convirtiéndose en una tirana manipuladora... Sin embargo, es imposible abandonar la lectura ya que en todo momento uno quiere saber cómo terminará la cosa.

Al final, hay un hecho a destacar acerca del nombre que se le da a Tula: Tía. A pesar de su intento de que la llamen madre, en el cierre de la historia ocurre algo, un pequeño suceso que el narrador remarca y es exactamente eso, ella no es ni será jamás nada más que la tía Tula.

¿Quieren leer a un exponente de la generación de '98 de España? Pues bien, aquí tienen a un buen ejemplo.


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