El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde

sábado, 27 de diciembre de 2014


La novela nos presenta a Dorian, joven y hermoso, quien al contemplar un retrato de sí perfectamente pintado, exclama: "¡Qué triste es! Me haré viejo, feo, horrible. Pero este retrato permanecerá siempre joven. No será nunca más viejo que este día de junio... ¡Si sucediera lo contrario! ¡Si fuese yo el que se mantuviese joven y el retrato el que envejeciera!" Este deseo de Dorian, expresado con toda su alma, se convierte en realidad. A partir de ahí su vida cambia para siempre y el deseo se vuelve maldición: su alma va degradándose poco a poco, sin amor y sin pasión, y sin quererlo, se ha hecho viejo.




Libro único
Datos adicionales:
Ya a la venta
Salim Ediciones
288 páginas

Sobre el autor:


Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde (16 de octubre de 1854-30 de noviembre de 1900) fue un escritor, poeta y dramaturgo irlandés.
Voy a reseñar este libro con solo dos palabras: tedioso y grandioso. Y aunque parezca que estas dos palabras son incompatibles, no lo son, y describen perfectamente a la novela.

"Libros que el mundo llama inmorales son libros que muestran al mundo su propia vergüenza."

Basil está pintando el retrato de Dorian Gray, su amada musa. Cuando Lord Henry descubre la belleza de ese arte, decide conocer al muchacho. Y a pesar de que Basil no quiere que se conozcan, porque cela y tiene miedo de la influencia que pueda llegar a ser, el encuentro es inevitable. Al suceder, ocurren dos cosas importantísimas: la pobre mente inocente de Dorian es torturada por las agudas palabras de Henry y formulará el fatídico deseo que lo condenará.

"La juventud es la única cosa del mundo digna de ser codiciada."

Como iba diciendo, es imposible no perderse en tanto monólogo, la falta de acción en un principio resulta aburrida. Sin embargo, en cuanto Dorian se va definiendo, el argumento se refuerza.

"Curar el alma por medio de los sentidos, y los sentidos por medio del alma."

Hay dos temáticas fácilmente identificables y una más que el lector actual suele no percibir. La primera, es la belleza. La concepción de lo bello y su fugacidad, la juventud y la adoración al cuerpo. Esto hace que la obra sea muy actual, a pesar de haber sido escrita en 1891. La segunda, es la relación casi homosexual de los personajes principales, ese extraño triángulo amistoso entre Basil, Henry y Dorian. 

"El arte no tiene la menor influencia sobre las acciones"

La tercera, es la metáfora del arte. Continuamente se reflexiona acerca del arte, del artista, del crítico. Dorian mismo es una metáfora. Oscar Wilde escribe en el Prefacio a la obra (agregado en la segunda edición de la misma), su tesis: "el objeto del arte es revelar el arte, ocultando al artista". En El retrato de Dorian Gray no es tan importante el texto, como las ideas que expresa.

"¡Palabras! ¡Simples palabras! ¡Cuán terribles son! ¡Qué claras, y vivas, y crueles! ¡Imposible escapar de ellas! Y, sin embargo, ¡que magia sutil reside en ellas! Parecen capaces de dar forma plástica a cosas informes y poseer una música propia tan dulce como la música del violín o del laúd. ¡Simples palabras! ¿Hay acaso nada más real que las palabras?"

Más allá de esto, he de decir que la obra es magnífica. Llena de reflexiones, impecablemente escrita y con un estilo para nada pretencioso, pero completo de significado

"La fealdad era lo único real."

Y para cerrar, la frase de Hamlet que para el propio Dorian Gray resume su vida: "Imagen de dolor, rostro sin alma." Una novela no apta para todo público, que conlleva el reto de leer un clásico, un verdadero clásico.


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