Descubre como Abby vuelve a creer en sus posibilidades para encontrar marido gracias a la inestimable ayuda de sus amigas miembros de la entidad secreta.Antes de formar la Comitiva del Cortejo, las probabilidades de encontrar marido de Abby Appleby eran nulas. Con veintisiete años recién cumplidos, vestidos horrendos en el guardarropa y ni una libra que ofrecer como dote, veía su futuro tan negro que ya empezaba a preparar el luto por su juventud echada a perder.Pero después de fundar esa entidad secreta, donde dos de las mujeres más inteligentes de Londres deciden poner a su disposición sus dotes de cortejo, Abby empieza a creer en sus posibilidades.Ahora tiene un objetivo claro y un respaldo: lo que no tiene es la más mínima idea sobre seducción, un conocimiento material que le parece indispensable para atrapar a un hombre. Y sobre dicha materia, sus amigas tienen más bien poco que enseñarle, a diferencia de cierto caballero...
Comitiva del Cortejo 1. Cómo poner a un duque a tus pies 2. Cómo hacer que un conde se arrodille 3. Cómo robar el corazón de un marqués Relacionados: - Cómo salvar a un barón de sí mismo - El diablo también se enamora |
Datos adicionales:
Romance histórico
Selecta
Penguin Random House
365 páginas
|
Sobre la autora:
Eleanor Rigby es una escritora española.
En 2019, su novela El diablo también se enamora fue elegida como ganadora del Premio Vergara.
Este es el libro que más me ha gustado de la trilogía. Sus personajes tienen mucha química y el galán principal es tan sexy e interesante que me la pasé suspirando.
Abby era la chica triste y fea del grupo, aunque tenía un acosador un tanto extraño persiguiéndola. Gracias al empuje de sus amigas, se propuso conquistar al Conde Ashton, hermano de una de ellas. Es el clásico príncipe azul, totalmente perfecto. Sin embargo, con la principal cabecilla del grupo fuera de juego por su reciente matrimonio, Abby se siente fracasar en su tarea por no tener nada de experiencia en el amor. Debido a esto buscará las enseñanzas del mayor seductor de Londres, un hombre de mal carácter, pero terriblemente encantador y famoso entre las faldas.
Y es justamente este personaje el que me encantó, con todos sus dramas y sentimientos encontrados. Abby también es un buen personaje, aunque puede parecer la típica mosquita muerta. Hay varios condicionantes que la hacen una candidata poco aceptable para el matrimonio: no es bonita, es pobre y no tiene dote, reutiliza vestidos de su madre y es sumamente tímida. Se imaginarán que la tarea de convertirla en una mujer seductora será ardua. A diferencia del Conde Ashton que es un príncipe azul en toda regla, Dorian es el peor candidato posible. Bebe, apuesta, se lo ve siempre con malas compañías, nunca le dice que no a una noche ardiente con mujeres de dudosa reputación y, lo más importante, no tiene título, pues su familia lo desheredó.
Ambos personajes tienen sus motivaciones y razones ocultas. A medida que leemos, vamos descubriendo los pasados tristes de ambos y la forma en la que se complementan es perfecta. La relación, la química, está mucho mejor construida que en el primer libro de la trilogía. Los protagonistas se ven obligados a repensarse, a evolucionar, en busca de un final que les sea fiel a su espíritu. En el medio deberán superar: un triángulo amoroso, varios accidentes y no tan accidentes, terceros que quieren separarlos, etc. No tiene desperdicio.
La novela puede leerse por separado de las otras dos, pero si la lees en orden cronológico, la historia tiene mucho más sentido. Un detalle que mencionar, es que la linealidad de esta historia arranca varios meses antes de que concluya todo lo que sabíamos sobre Verónica y su pareja. O sea, nos lleva a la época del lío dramático del primer libro.
Ambos personajes tienen sus motivaciones y razones ocultas. A medida que leemos, vamos descubriendo los pasados tristes de ambos y la forma en la que se complementan es perfecta. La relación, la química, está mucho mejor construida que en el primer libro de la trilogía. Los protagonistas se ven obligados a repensarse, a evolucionar, en busca de un final que les sea fiel a su espíritu. En el medio deberán superar: un triángulo amoroso, varios accidentes y no tan accidentes, terceros que quieren separarlos, etc. No tiene desperdicio.
La novela puede leerse por separado de las otras dos, pero si la lees en orden cronológico, la historia tiene mucho más sentido. Un detalle que mencionar, es que la linealidad de esta historia arranca varios meses antes de que concluya todo lo que sabíamos sobre Verónica y su pareja. O sea, nos lleva a la época del lío dramático del primer libro.
Hacia el final (que es completamente cerrado, con epílogo incluido), nos dejarán picando la idea general del próximo y último libro de la trilogía. Así como también se resolverá un misterio sobre cierta figura preocupante que andaba rondando a las amigas desde hace mucho tiempo. ¿Es la forma correcta de resolverlo? Seguramente, es la más original. Me tuvo en vilo y no me lo hubiera imaginado nunca.
En definitiva, Cómo hacer que un conde se arrodille es una novela de romance histórico que tiene escenas subidas de tono, mucho drama y una gran carga de suspenso. Con pequeños guiños humorísticos y muchos suspiros de por medio, disfrutaremos de personajes mucho más profundos y con una química natural. Queda recomendado.
En definitiva, Cómo hacer que un conde se arrodille es una novela de romance histórico que tiene escenas subidas de tono, mucho drama y una gran carga de suspenso. Con pequeños guiños humorísticos y muchos suspiros de por medio, disfrutaremos de personajes mucho más profundos y con una química natural. Queda recomendado.