Es el primer día del juicio, y allí están todos. En Miracle Creek ha llegado la hora de saber qué fue lo que pasó ese día, hace justo un año, cuando el trágico incendio de aquella cápsula hiperbárica cambió la vida de todos para siempre.¿Es posible que sea verdad que Elizabeth provocó el incendio en el que murió su pequeño hijo autista? ¿Será condenada a muerte por ello? ¿Qué estaba haciendo en ese momento Pak, el dueño de "Miracle Submarine", el negocio que ofrecía esta terapia alternativa? Desde que llegó como inmigrante de Corea, junto a Young, su mujer, y Mary, su hija adolescente, juró que nada podría hacer fracasar la nueva vida de su familia después de tanto sacrificio.Mientras, entre los testigos, otras madres de hijos autistas conocen mejor que nadie los complejos y contradictorios sentimientos que las invaden a veces, y que confesaban en esas sesiones de terapia hiperbárica, esperando que algo funcionara. Y está el pueblo, con sus prejuicios, y sus secretos, y los demás testigos que deberán hablar en el juicio, pero que quizás callen para que no estalle su propia vida. ¿Cuánto vale proteger a los que amamos, hasta dónde mentir, y hasta dónde enfrentarse a los propios errores? ¿Tanto como la vida de un inocente?
| Libro único | Datos adicionales: Ya a la venta Motus Trini Vergara Ediciones Riverside Agency 458 páginas |
Sobre la autora:
Angie Kim es una escritora estadounidense (nacida en Seúl, Corea), ex abogada litigante.
El juicio de Miracle Creek es una novela que te atrapa desde el primer capítulo, en donde te es imposible adivinar quién es el culpable y, aún más importante, por qué causó un incendio en donde murieron un niño pequeño y una mujer. El final me dejó sorprendida, no lo esperaba para nada, por un momento temí que no hubiera "justicia" para estos personajes con los que empiezas a simpatizar de inmediato.
Como thriller judicial, la verdad se revelará no solo a base de declaraciones de testigos, sino también a través de narraciones de los protagonistas del suceso: la madre acusada de homicidio, el doctor que se quemó las manos, la esposa sumisa que teme por su familia, etc. Cada capítulo tiene un narrador en primera persona diferente, que reflexionará sobre el incidente y el caso, pero que no será completamente fiable. Hay muchos secretos y enredos, desconfianzas y enemistades que contaminarán la verdad y pondrán al lector en duda todo el tiempo.
Un tema muy presente en la novela es la inmigración asiática a Estados Unidos, especialmente de Corea (de donde proviene la escritora). A través de la experiencia de dos familias coreanas, se reflexionará sobre el choque cultural, el sueño americano, la discriminación y la dificultad idiomática. A medida que vamos avanzando con la lectura, conocemos estos personajes en profundidad y entendemos las dificultades por las que atraviesan. Convertirse en el otro, en el diferente, cambiarse de nombre, aprender una lengua con sonidos que te son imposibles de pronunciar, sentirse solo en un país extraño.
También es motivo de disputa las terapias alternativas y complementarias. ¿Qué tan legales son y hasta dónde ayudan realmente? Se nombran muchas, especialmente las más polémicas, sobre las cuales se debatirá si llegan a ser o no un problema de maltrato infantil. Tema muy sensible, que te hace dudar y te emociona hasta las lágrimas, especialmente cerca del final en donde aparece un recurso judicial desgarrador.
Algo muy fuerte también es la mención a las diferentes enfermedades, trastornos y problemas médicos que atraviesan los clientes de la cámara hiperbárica. Lo que más se nombra es el autismo, ya que dos personajes lo tienen. Pero también surgen otras cuestiones (del antes y del después del incendio) que sensibilizarán al lector. Se habla de la competitividad entre los grupos de madres de los chicos que tienen autismo, una lucha constante por buscar una mejoría en las condiciones de vida, etc.
Relacionado a esto, se debate una concepción de la maternidad, de aquella madre santa que cuida a su hijo olvidándose de que es mujer, esposa, ciudadana, y que solo vive para atender y amar al pequeño. ¿Tan solo por ser madre uno es mejor persona? Se explora las dificultades que atraviesan, las dudas, los miedos, las caídas. Es muy limitado, sin embargo, cómo se habla de los padres, ya que las figuras paternas están completamente ausentes en la novela. Todo gira en torno a las madres, los personajes femeninos son los que mejor construidos están a lo largo de toda la historia.
Hacia la mitad de la novela (aunque hay algunas pistas sutiles antes), se narra una violación (desde el punto de vista del violador). No es demasiado cruda, pero igualmente me dejó shockeada, ya que los personajes involucrados, son de edades muy distintas. El cierre que se le da a este hecho, no terminó de convencerme... O más bien, resultó como suele terminar en la vida real y eso ya sabemos que está mal.
El juicio de Miracle Creek es una novela intensa, un thriller judicial que parte con la ventaja de que la escritora se dedicó mucho tiempo a ser una abogada litigante (y que por lo tanto conoce de primera mano el desarrollo de un juicio). Con personajes diversos que logran hacerte dudar, con una trama que gira incontables veces y con una revelación final muy satisfactoria. Queda recomendadísimo.
