Mientras las princesas duermen de Elizabeth Blackwell

Bastan cincuenta años para que las intrigas de palacio se conviertan en un cuento de hadas repleto de conjuros, princesas malditas y castillos encantados, y eso fue lo que pasó con La bella durmiente. Bien lo sabe Elise Dalriss, una humilde anciana que durante su juventud trabajó como dama de compañía de la taciturna reina Lenore y cuidó de su hija, la princesa Rose, de quien se dice que durmió cien años hasta que un hombre la despertó.
"Sería un truco realmente hábil derribar a la hija del rey con un huso y verla revivir con un simple beso. A otros con esa historia...", exclama Elise, protagonista de esta peculiar versión de La bella durmiente, una novela que está muy cerca de las debilidades humanas y muy lejos de las versiones edulcoradas del cuento.
El afán de poder, las conspiraciones y la maldad son ingredientes vitales en esta espléndida historia de mujeres que no quisieron quedarse quietas mientras esperaban la llegada del príncipe azul.

Libro único

Datos adicionales: Ya a la venta Editorial Penguin Random House Sello: Lumen 500 páginas

Sobre la autora:

Elizabeth Blackwell es una escritora estadounidense. Estudió Historia y Comunicación y obtuvo un máster en Periodismo. Ha trabajado como editora, secretaria y escritora.

Quiero ponerlo bien grande, para que todo el mundo se entere, aunque no se lean la reseña por completo ni aunque hayan estado buscando este libro en el blog:

Me he enamorado perdidamente de esta novela.

Bien. ¿Se ha entendido? Genial. Entonces, sigamos.

Mientras las princesas duermen es una historia que convierte el cuento de La bella durmiente en una novela realista. Tanto por la narrativa, como por los personajes y por la temática, esta novela es encantadora.
Nuestra protagonista no será una princesa, sino una simple campesina (una bastarda, para más complicación) que lo único que quiere es dejar atrás el hambre y la desolación de la viruela, para empezar a trabajar como criada en el castillo. Conoceremos a Elise de anciana, quién remontará el tiempo atrás para contarle a su bisnieta la verdadera historia de la princesa que durmió por cien años, un cuento que no tiene nada de mágico.
Mientras las princesas duermen es una historia dura, triste (terriblemente triste en algunas escenas), en donde el amor es un objeto que se rompe en mil pedazos como cristales frágiles al más mínimo toque. La decepción, la amargura, el cansancio es tangible y muy muy real.
Todos los personajes que aparecen están muy bien construidos y todos tienen su historia personal independiente del argumento de la novela. Hay algunos que son maravillosos, que te rompen el corazón con lo que les sucede; a otros, en cambio, te dan ganas de romperles algo más que el corazón. Las clases sociales se mezclarán en el relato gracias a que Elise comienza siendo un personaje muy pobre, así veremos también lo que simboliza el poder, la riqueza, la educación. A la misma medida veremos la entrega que hace, el desinterés, la pérdida de la libertad por las obligaciones que se autoimpone, la lealtad, la amistad y el amor verdadero (ese que no siempre viene del príncipe azul perfecto, y que se esconde en el cariño de una madre y en el acompañamiento de una amiga).
Este no es un libro ligero, es una novela que, cuando la acabas, sabes que jamás te va a abandonar. A mí me ha gustado muchísimo, realmente mucho, a pesar de que he llorado y he estado muy triste a medida que transcurrían las escenas más desgarradoras. Tuve que parar de leer en varias partes, para absorber mejor la historia, para tranquilizarme.
La pluma de Blackwell es excelente, ha sabido escribir una historia que ocupa varias décadas, sin aburrir y emocionando al lector a cada página. Algunos finales son muy tristes y me gustaría odiar a la escritora por ello, pero no puedo, porque simplemente es admirable todo lo que ha hecho con la novela. A pesar de que muchos piensen que, conociendo la historia de La bella durmiente ya no tendrán mucho que descubrir aquí, se equivocan. Esta historia es sumamente original y se las recomiendo, no una, sino diez veces.
Con un ritmo ágil, una historia profunda, unos personajes fuertes y una temática impresionantemente original, Mientras las princesas duermen te robará el corazón. Te lo aseguro.