"Y me pregunto cuántas veces en una vida una tiene que empezar de nuevo siendo otra persona."
Ashleigh Walker está enamorada. La invade ese sentimiento conocido, esa emoción intensa que da palpitaciones, que consume y que solo genera el amor. Así, ya no le preocupan las malas notas en el colegio. Así, logra distraerse de los problemasmatrimoniales de sus padres.
Una sola cosa la inquieta...
¿Acaso no debería sentirse así por su novio, Dylan, y no por la señorita Murray, su profesora de Literatura?
Libro único
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Datos adicionales:
Ya a la venta
Destino
Editorial Planeta
288 páginas
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Sobre la autora:
Liz Kessler es una escritora inglesa que estudió Literatura, trabajó como profesora y se recibió en Escritura Creativa.
Hay tanto que decir, que me he tomado mi tiempo para digerir esta lectura. No he querido venir corriendo a contarles qué me ha parecido, me he tomado un buen rato, pues quería ver qué tanto era hype y cuanto calidad narrativa. Así que prepárate para una reseña inusualmente larga.
Hay libros que no aguantan una narración en primera persona, las tramas son ligeras y los personajes solo siguen un guión de niños de primaria. Generalmente, el problema reside en que la narración eclipsa el argumento, haciendo que todo gire en torno a los sentimientos del protagonista. Bien, aquí tenemos un poco de esto y un poco de aquello otro.
Ash es una protagonista insoportable. Podemos perdonarle algunas cosas debido a las muchas situaciones que está sufriendo. Pero, aún así, el saldo es negativo. Es imposible apiadarse de ella, completamente egoísta y desentendida de todo. Sin embargo, hay pequeños signos de evolución (muy pequeños, pero variados) que van cayendo ya después de la segunda mitad del libro.
Algo que me gustaría aclarar desde un principio es que no se dejen llevar por la sinopsis que parece plantear una relación de amor entre profesora y alumna bastante cuestionable. En la historia todo tiene un por qué y se deja llevar a los márgenes adecuados. No hay nada chocante ni extraño. Pero claro, seguro esa premisa vende mucho.
Y es que el principio está tan lejos del problema principal, que parece que las páginas no pasaran. Se hace eterno. Pero cuando empieza a tomar ritmo saltan muchas cosas a la luz, problemáticas que, en mayor o menor medida, van girando alrededor de nuestra protagonista. Se hacen un hueco en el argumento y se quedan. Con romances bien distribuidos que no llegan a ser pesados, ni que quedan en el centro de atención todo el tiempo.
Problemas familiares. Las disputas entre padres son muy comunes, incluso las que llegan al divorcio. Esto es algo que a mí me sensibiliza mucho, seguramente porque soy una tonta que no se hace a la idea de que sus propios padres hayan tomado rumbos distintos. Pero eso ya es rollo mío. También entran en este punto, los problemas de padres e hijos. Que los hay por varias razones: incomprensión de decisiones laborales, educativas, sexuales, etc.
Amistades dudosas. Quien nunca haya sido traicionado por un amigo que levante la mano. Pues si levantaste la mano eres muy afortunado. Muy. Es algo muy común en la época escolar. Claro que a veces, de una pelea se desata un rumor y del rumor pronto tenemos acoso escolar. También por sentirse aceptado una hace tonterías. Un claro ejemplo de eso es Ash y su amiga Cat, que no tienen nada en la cabeza cuando van juntas y hacen puras tonterías para probarse... ¿nada?
La baja autoestima, la primera vez teniendo relaciones sexuales y el embarazo adolescente. Puntos calientes que abordan infinidad de libros hoy en día. Es de lo que más se habla. Pero, ¿qué pasa cuando no disfrutas del sexo? ¿Cuándo lo haces con la persona equivocada y por las razones equivocadas? Tenemos varios personajes que se mueven en el plano sentimental intentando encontrar a un alguien que les corresponda como ellos quieren y las actitudes que toman son muy distintas. Este abanico que se abre, nos deja ver los diferentes procesos por los cuales atraviesa un adolescente en busca de su identidad.
LGBT y el descubrimiento de la sexualidad. Dentro de este nuevo movimiento de la literatura por la diversidad, abundan las novelas con protagonistas masculinos homosexuales, pero los femeninos escasean. Así que leer sobre esto en Read me like a book, de una manera tan sencilla y sin rodeos, es reconfortante. Seguramente ayude a comprenderlo más y como dice una amiga: a que el amor no viene en paquetes de fábrica (y vaya a saber Dios a que mierda se refiere).
Tendremos dos experiencias de "salir del armario", ambas con finales parecidos y a la vez distintos. Y la novela no mostrará un cambio repentino y el grito de guerra de orgullo gay como si fuese esa la meta. Aquí ambos personajes lograrán explorar su sexualidad, entenderse y aceptarse, en un proceso largo y enriquecedor, antes de tomar la decisión de declararse abiertamente homosexuales para con sus amigos y parientes. Esto le brinda mucha más realidad a la historia y apoyo a los lectores que estén pasando por una situación similar.
Me hubiera gustado que muchos otros temas que se nombran o se dejan ver levemente tomaran más profundidad. Seguramente desde una narración en tercera persona se podría haber alcanzado esto. Pero, el mejor efecto es descubrir como todo va cambiando en la vida de Ash, muy lentamente, sin que ella se de cuenta, hasta que logra mirarse al espejo y encontrarse de verdad.
Por último, me encanta cómo se trata la concepción Literaria en las clases y en los trabajos que enfrenta la protagonista. Ojalá muchos docentes supieran despabilar un aula de esa forma, mostrando su pasión por la materia que enseñan. Y esto también es un rollo mío.
Read me like a book es una novela fresca que juega con fuego sin quemarse, con un ritmo lento al comienzo y trepidante hacia el final, al que le faltaría un poco más de calidad narrativa, pero que engancha igualmente por la cantidad de problemáticas que toca. Interesante, con pasajes divertidos, con una realidad que no puede ocultarse detrás de historias Disney. Recomendado para todos aquellos lectores que aman, sin importar las etiquetas.