El siguiente texto es una reseña sobre la novela de Quien tú sabes, debido a que El no debe ser nombrado, disculpen las posibles omisiones, pero no quiero tener problemas legales.
La libertad de expresión no puede ser censurada, ni en mi país, ni en la nube mágica que es Internet. Al hecho, pecho. Aquí esta la reseña tal cual era antes de ser borrada a pedido del Innombrable:
"Desde las redes sociales nació un movimiento de fanatismo casi inexplicable hacia la novela de un autor que todavía no se había publicado. Oh, sí, eso intrigaba mucho. Como soy muy curiosa, le di Me Gusta (aunque eso mucho no vale, ya que le doy MG a todo, incluso a cosas que no me gustan solo para ser "políticamente correcta")... Pero en fin, en alguna parte entre el escepticismo y la incoherencia me vi en un círculo extraño, en una conversación de a cuatro personas, donde se me ofreció el eBook de esta novela: ****, ******* ***** *** de ********** ***.
Quienes hayan pasado por la página de Facebook del libro, verá que constantemente se escriben publicaciones con un lenguaje florido que pecan de autopublicidad y que utilizan falacias retorcidamente brillantes. Para entender más de todo este movimiento, en Febrero del año pasado le realicé una entrevista al autor. La cual, a excepción de un par de respuestas, no creó un aire de esclarecimiento para los lectores que veían esta campaña como sospechosa.
Sin embargo, con la final publicación de la novela, pude sacarme las dudas al respecto. *****, que en este momento cuenta con el libro **********, narra la historia épica fantástica de un príncipe con un reino en serios problemas. Con un mundo creado por entero gracias a la creatividad del autor, con personajes variopintos, con seres nuevos y mágicos, con los conocidos clichés de la épica que pretende ser épica (nota de argumento muy Tolkien Love) y con escenarios maravillosos en donde se nota la profesión de ***.
¿Qué decir acerca de esta novela? Hay en mí una gran, enorme, contradicción, por un lado no me gustó, me llegó a exasperar y hasta aburrir. Por otro, me enganché con la historia y quería saber cómo cerraría todo.
Las descripciones sobre los escenarios me parecieron muy acertadas y realmente lograban engancharme y sentir la acción. Había cierta sensualidad en las palabras, que atraía la atención y lograba hechizarme por un rato. Esas mismas palabras se volvían demasiado pesadas y causaban en mí la sensación de ahogarme en demasiado adjetivo calificativo. Además de que los diálogos me resultaron muy poco trabajados en algunas partes, especialmente hacia el final. No es que el autor haya puesto poca atención en ellos, creo que, por el contrario, le puso demasiada y el resultado fueron líneas forzadas.
Entre una cruza a lo Tolkien y Bodoc, ****** es una novela híbrido, con unos mapas encantadores, con imágenes después del epílogo que le dan un sentido a las ideas que me hice de los personajes, los cuales son un gran abanico de personalidades (desde una madre sexy -complejo de Edipo-, por un príncipe que nunca está seguro de lo que está haciendo, por unos villanos que son grotescos, sádicos y hasta un poco patéticos).
En fin,
esta novela fue un cúmulo de sensaciones, entretenimiento, seguido de aburrimiento, seguido de interés, seguido de pegarme un tiro. Oh, a veces soy un poco drástica. Como siempre,
les recomiendo esta obra a: gente que tiene paciencia, que gusta de leer épica o fantasy y que le han gustado novelas como
El Silmarillión,
Los días del venado y
Eldest (
ojo, no es comparación)."
Esta es una reseña que muchos querían leer, pero que me vi obligada a quitar del blog. Cuando un autor, una editorial o un equipo de prensa manda un libro a un bloguero o booktuber, sea cual sea su formato, debe estar dispuesto a recibir una reseña honesta, positiva o negativa.
No voy a citar al autor, ni al equipo editorial y no voy a nombrar el libro. Pero, pueden
leer esto y darse cuenta de que tan poco se nos respeta a los reseñadores libres.
Creo que no le falté el respeto al autor en ningún momento, en cambio, recibí un duro trato y unas palabras ingratas y desagradables. Si en esa charla no hubieran estado dos geniales amigos blogueros, que pusieron sus fuerzas para defenderme, tal vez esto no hubiera terminado nada bien.
Si no hubiera sido por Fede y por Facu, esto hubiera quedado impune. Hace pocas semanas le comentaba a uno de ellos, que las polémicas no me gustan para nada. Lo que es la vida... Terminé inmersa en una.
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Democracia = Libertad de expresión