La literatura caballeresca, iniciada gloriosamente en España con la presente obra: Amadís de Gaula y cerrada definitivamente con el Quijote, llena un ciclo fundamental de la cultura europea. Se desconoce la fecha de su primera redacción y el nombre de su autor; quizá fue escrita a finales del siglo XIII o a comienzos del XIV. Con seguridad, el Amadís de Gaula fue circulando y su popularidad creciendo en refundiciones sucesivas hasta convertirse en la culminación de la influencia artúrica en España, y el modelo principal de los libros de caballerías del siglo XVI.
Libro único | Datos adicionales:
Ya a la venta
Losada
453 páginas |
La historia del Amadís es un clásico, llena de magia, amor, honor y caballeros chorreando sangre... Quiero decir, héroes, héroes valientes, amantes de la guerra, del acero afilado y de ver a sus enemigos decapitados... ¿De dónde sale tanta violencia? Así, pleno siglo XIV (o XIII o XV según el erudito al que consultes). Hay castillos, enemigos por todos lados y la verdad está en la sangre que logras sacar con tu espada. Las doncellas son mujeres virtuosas, sumamente bellas... Virtuosa hasta que un caballero la agarra como "amiga". Oh, vamos, este libro lo tiene todo.
Antes de que piensen que amo este libro o que es sumamente recomendable, debo (en honor de mi función) aclarar dos cosas: Amadís de Gaula es una obra de caballería, que tiene en su estilo todos los recursos y formas del género; por lo tanto, aunque la presente edición de Losada moderniza un poco la narración, es imposible adecuarla completamente, ya que habría que eliminar la mitad del texto. Esto quiere decir que es una lectura lenta, y que quien no gusta leer poemas épicos o viejitos como éste, debería pasar completamente de esta lectura. Sin embargo, otra cosa a tener en cuenta es que este libro es el culpable de enloquecer al Quijote, ¿acaso no vale la pena sumergirse en la misma experiencia? (Salvando las diferencias y la irrealidad, por supuesto).
En este libro encontraremos la historia de un amor furtivo, entre el rey Perión de Gaula (conocido como un caballero de gran fuerza y habilidad) y de la princesa Elisena de Bretaña (una joven que iba para monja antes de conocer al amor de su vida). Entre ambos nace el amor, pero por algunas cuestiones, la promesa que realiza Perión se olvida, y la princesa debe deshacerse del bebé, fruto de esa relación, antes de que la descubran en falta (pues puede perder la cabeza). El niño es lanzado al mar, junto con un anillo, una espada y una carta. Criado por el caballero Gandales, protegido por la hechicera Urganda, llamada la Desconocida, y perseguido por el mago Arcaláus, el encantador; el niño se hará hombre, y con sangre de reyes en sus venas, irá valientemente a la vida, en busca de hazañas y grandes honores. En el medio, se enamorará de una princesa llamada Oriana, conocerá a su igual, Galaor, su hermano (quien también será protagonista de la historia, y quien tiene jugosas escenas que llevar a cabo) y encontrará las aventuras más increíbles que cualquier mozalbete quisiera vivir. Todo eso en las primeras cien páginas. ¿Qué pasa en el resto de la historia? El hombre se convierte en héroe y el héroe en leyenda.
El Amadís llegó a ser el libro de caballería que monopolizó la literatura y la vida de la gente en España y Francia. No se salvaban de esta historia ni siquiera los que no sabían leer, todo el mundo conocía la figura heroica de los tres caballeros de la obra: Perión, Amadís y Galaor. Es interesante, hoy en día, leerlo y encontrar las razones que enloquecieron, no solo al Quijote, sino a todos esos hombres que leyeron esta obra (y los folletines que saldrían a continuación) más de diez veces en su vida.
Hay un par de particularidades en las que podemos posarnos: la mayoría de los personajes son extranjeros (aquí algunos italianos dirán que es porque la novela es de su procedencia y los españoles pegarán el grito en el cielo y objetarán diciendo que no aparece nadie italiano en ellas) En sí, esto se explica en que las tierras que nombra (y de las cuales proceden los personajes) eran para el imaginario popular muy extrañas y casi míticas: Gran Bretaña, Gales, Irlanda, Escocia, Alemania, Constantinopla, Romania, Bohemia... Son todas islas misteriosas, señoreadas por gigantes y personajes llamativos y fantásticos.
No se conoce al autor del Amadís, y a menos que inventemos la máquina del tiempo, todo son conjeturas y teorías. Por esto, no me parece importante explicarles nada al respecto. Así que sepan disculparme si no les cuento algo interesante sobre posibles autorías. El carácter sensiblero del héroe Amadís suele orientar más al italiano que al español, sin embargo no hay ningún texto de la obra en italiano, por lo tanto, se considera ganadora a España del origen de esta novelita.
En su origen esta novela contaba de tan solo tres libros, pero Garci-Rodríguez de Montalvo (un antecesor de Menéndez Pelayo, jajajajaja) corrigió los textos y completo las hojas, hasta llegar a los cuatro libros (y quinto, si se quiere) de lo que conocemos hoy en día como el Amadís de Gaula.
La acción llega a ser vertiginosa, como ya les contaba en un principio, la narración parece estar siguiendo el estilo de cualquier videojuego actual de rol, es una misión tras otra, una batalla sin sentido tras otra batalla irrisoria. No se necesitaba gran poder de descripción, no hay palabras innecesarias (un castillo no necesitaba demás adjetivo que alto y grueso). Esto, claro, solo en lo que refiere a paisajes y demás, porque en cuestión de armaduras no se limitan las formas de describir cómo se rompen, se rasga la piel y comienzan a caer las entrañas. Se utiliza mucho el superlativo, las redundancias en los diálogos y los epítetos en cada comienzo de párrafo.
No hay escala de grises en esta novela, están los buenos que merecen la gloria y los malos que merecen la muerte. Las aventuras se suceden, para los protagonistas y los personajes secundarios. El amor debe ser fiel, idílico, la mujer debe luchar contra el dolor por lejanía y poner su fe (y honra) en el caballero que ha elegido. Esta es la historia clásica de la justicia, del nacimiento del héroe y de las batallas brillantes.
Hay muchas reediciones del Amadís de Gaula, algunos suprimen demasiado (a mi humilde parecer) la epopeya original; sin embargo, para quien se vea complicado a la hora de leer este libro por completo, existen varias opciones, entre ellas las ya mencionadas refundiciones, pero también el comic. Y ahí quiero contarles de la publicación de SM, que ha adaptado una serie de clásicos (entre ellos el Amadís) y que pueden ver ejemplos de su interior en las ilustraciones de esta reseña.
En suma y para finalizar esto que terminó saliéndome muy largo, consta decirles que el Amadís me gustó, no es exactamente una novela divertidísima, pero me ha entretenido lo suficiente como para no abandonar la lectura, me ha parecido interesante el argumento y me ha dejado con las ganas de leer versiones más modernas y de fangirlear un poco con el personaje de Galaor.