Título original: Life's a WitchAutora: Brittany GeragotelisSerie: Cosas de brujas #1Editorial: Penguin Random HouseSello: RocaPáginas: 286Contraportada: Hadley Bishop es descendiente directa de la bruja más poderosa y conocida de todos los tiempos. Pero también es una adolescente que tiene las preocupaciones que corresponden a una chica de su edad: estar linda, ser popular y salir con chicos. La diferencia con cualquier otra joven radica en que ella lo tiene todo al alcance de la mano (o de la varita). ¿Le gusta el modelito que lleva una famosa en la revista? Lo hace aparecer en su talle. ¿Granos en la cara? Desaparecen con la rapidez del rayo... Es además una alumna avanzada de las clases de hechizos a las que asiste después de su jornada en el instituto. Sin embargo, algo está a punto de suceder que hará que Hadley deje las frivolidades a un lado y se dé cuenta de lo peligrosos que pueden ser sus poderes. Su madre desaparece y ella descubre que detrás de este hecho está el mismo aquelarre que ya traicionó a su tatarabuela en el pasado, cuando Salem se convirtió en un infame nombre para brujas y hechiceros. Todos los adultos están en peligro y Hadley es la única que puede proteger a los pequeños brujos que componen su propio aquelarre y prepararlos para el ataque que se avecina...
Cosas de brujas es el primer libro de la saga de Brittany Geragotelis. Con una narración sencilla y sin muchas pretensiones, descubriremos la historia de una bruja adolescente moderna, que le gusta ir de compras y hacer su voluntad.
Cuando descubrí la portada de esta novela en su lanzamiento en España quedé totalmente cautivada por la pinta tan moderna de la protagonista... Especialmente por esos tacones. Así empecé a imaginarme la historia con un parecido a La guerra de las brujas. Sin embargo, al empezar a leer la novela caí en la cuenta que se parece mucho más a la trilogía Rubí.
Hadley tiene una vida perfecta, todas sus amigas la idolatran, tiene siempre la ropa de moda y todos los chicos suspiran por ella. Pero, nuestra protagonista, a pesar de ser la chica más popular de la escuela, no se comporta como una diva. No quiere tener novio, así que ni mira a sus compañeros. Le gusta ser disciplinada y le exige siempre el máximo a sus compañeras de equipo (¡animadoras!, muy estadounidense). Es sensible y se comporta correctamente con sus amigos. Pero lo que la hace especial de verdad, es que ella es una bruja.
En la clásica lucha entre el bien y el mal, Hadley deberá liderar al resto de su aquelarre, dejando de lado todas las frivolidades a las que estaba acostumbrada. ¿Podrá lograrlo? Con enemigos dentro y fuera del grupo, las cosas se empiezan a poner realmente feas.
La narración es ligera, de rápida lectura y con guiños cómicos. Resulta muy moderno el tratamiento que le da Geragotelis a la magia. Mientras Harry Potter aprende a crear un Patronus, Hadley aprende un hechizo para maquillarse y ponerse muy bonita. No podemos culparla, hasta Hermione se embelleció una vez con magia. Por cierto, ¡yo quiero aprender esos hechizos!
Esta es una novela divertida, muy adolescente, que logra enganchar con su ritmo rápido y los chistes actuales. El amor se concentra en varias páginas, pero no llega a ser el tema más relevante. No, no, aquí el centro es si podrá sobrevivir el grupo de Hadley. Con escenas de gran acción y momentos de lo más light, se consigue un buen equilibrio que le da tiempo a los personajes de evolucionar.
Sin varita, los personajes de esta novela lograrán cautivarte. Con lágrimas, risas y suspiros de amor, la lectura de Cosas de brujas es todo un deleite. Y pensar que es solo el primer tomo de una saga (aún no se sabe cuantos libros serán), lo hace todo más emocionante.
Cuando descubrí la portada de esta novela en su lanzamiento en España quedé totalmente cautivada por la pinta tan moderna de la protagonista... Especialmente por esos tacones. Así empecé a imaginarme la historia con un parecido a La guerra de las brujas. Sin embargo, al empezar a leer la novela caí en la cuenta que se parece mucho más a la trilogía Rubí.
Hadley tiene una vida perfecta, todas sus amigas la idolatran, tiene siempre la ropa de moda y todos los chicos suspiran por ella. Pero, nuestra protagonista, a pesar de ser la chica más popular de la escuela, no se comporta como una diva. No quiere tener novio, así que ni mira a sus compañeros. Le gusta ser disciplinada y le exige siempre el máximo a sus compañeras de equipo (¡animadoras!, muy estadounidense). Es sensible y se comporta correctamente con sus amigos. Pero lo que la hace especial de verdad, es que ella es una bruja.
En la clásica lucha entre el bien y el mal, Hadley deberá liderar al resto de su aquelarre, dejando de lado todas las frivolidades a las que estaba acostumbrada. ¿Podrá lograrlo? Con enemigos dentro y fuera del grupo, las cosas se empiezan a poner realmente feas.
La narración es ligera, de rápida lectura y con guiños cómicos. Resulta muy moderno el tratamiento que le da Geragotelis a la magia. Mientras Harry Potter aprende a crear un Patronus, Hadley aprende un hechizo para maquillarse y ponerse muy bonita. No podemos culparla, hasta Hermione se embelleció una vez con magia. Por cierto, ¡yo quiero aprender esos hechizos!
Esta es una novela divertida, muy adolescente, que logra enganchar con su ritmo rápido y los chistes actuales. El amor se concentra en varias páginas, pero no llega a ser el tema más relevante. No, no, aquí el centro es si podrá sobrevivir el grupo de Hadley. Con escenas de gran acción y momentos de lo más light, se consigue un buen equilibrio que le da tiempo a los personajes de evolucionar.
Sin varita, los personajes de esta novela lograrán cautivarte. Con lágrimas, risas y suspiros de amor, la lectura de Cosas de brujas es todo un deleite. Y pensar que es solo el primer tomo de una saga (aún no se sabe cuantos libros serán), lo hace todo más emocionante.