Hace poco tuve el placer de leer la novela
Tiempos Oscuros, de la saga Nubilum, de Juan Ignacio Iribarne gracias a la Editorial Urano. Como ya les había contado en la
reseña, la novela me encantó. Siempre fui fan de la épica, en especial cuando va de la mano de la fantasía, así que la lectura fue toda una delicia. Cuando pude conseguir una entrevista con el autor, pues no lo dudé ni un minuto... ¡Y aquí tienen el resultado! Espero que les resulte entretenida =)
-¿Cómo descubrió su vocación por la escritura?
-Empecé a escribir a los 18 años. Un día se me ocurrió empezar una historia donde mis compañeros y yo fuéramos los protagonistas, e ideé una novela de ciencia ficción con esa base. A lo largo de los años, retomaba la escritura esporádicamente, hasta que un día decidí terminarla de una vez por todas. Me había gustado el resultado, y lo cierto es que sentía mucho placer al sentarme a escribir.
-¿Cómo fue su camino hacia la publicación?
-Decidí enviar la novela a una editorial y, gracias a la ayuda de un contacto, conseguí que me hicieran una devolución de ese trabajo. La devolución fue bastante dura, vale aclarar, pero por suerte pude tomarla con optimismo y eso me permitió reconocer los puntos positivos. Además, a esa altura ya me había convencido de que el goce que sentía al escribir no lo sentía con ninguna otra cosa, y había tomado la decisión de dedicarme a ello.
-¿Cómo le llegó la maravillosa idea de Nubilum?
-Era el año 2006 y había empezado una segunda novela. La idea era aplicar los puntos que me habían corregido y aprovechar la experiencia de aquellos diez años. Un par de años atrás había pensado en que quería escribir algo de fantasía épica, género que me fascina. Así que me puse con ello y, tras algunas vueltas, decidí que se llamaría Nubilum. El primer punto a reflexionar era sobre qué escribir. A primera vista sentía que ya se había escrito todo en el género. Así que decidí trabajar sobre un tema más nuevo en el género, como lo es el quiebre de la tónica maniqueísta que ha acompañado al género durante muchos años. Esa idea me llevó al concepto de intolerancia, y eso me brindó la idea de los muros. Una muralla que separara humanos de las razas que no se parecían a ellos me pareció un buen comienzo. A continuación decidí crear dos personajes totalmente opuestos. Ellos llevarían la trama, y me servirían para explorar el tema más a fondo. Sus diferencias, la incomprensión del uno al otro, los celos, los temores; todo podía fluir de aquel vínculo.
-Entre Ghaelius y Drael, ¿cuál es su favorito?
-Creo que tanto Ghalas (Ghaelius), como Drael tienen una parte de mi. Soy de las personas que creen que no se puede escribir sobre un personaje sin encontrar algo de uno en él. Sin embargo, como suele suceder, tengo mis predilecciones. Entre los dos, tengo mi favorito. Las escenas que escribo con Drael son las que más me han emocionado y con las que en más de una ocasión llegué a quebrarme. También me pasa con Ghalas, aunque no con la misma regularidad.
-Luego de esta saga, ¿planea seguir escribiendo fantasy?
-Lo cierto es que, escribir Nubilum, es una de las cosas más maravillosas que me pasó en estos últimos años. Acabo de terminar el cuarto y último tomo, un final que me ha encantado, y ahora ya estoy con la cabeza puesta en mi próximo trabajo. Se trata de una trilogía en un mundo inventado, aunque no tan fantástico como Nubilum. De todas formas, mi idea es continuar por esta senda. La fantasía es lo que más me gusta y constantemente se me ocurren historias, personajes, que pienso algún día volcar en otra historia.
-¿Tiene alguna rutina antes de escribir o una manía para que le llegue la inspiración?
-Siempre acostumbro levantarme temprano -alrededor de las ocho- y sentarme con el mate en la computadora. Es el mejor horario que encuentro para escribir y el lugar donde más cómodo me siento. Me siento lúcido, con la cabeza despejada por la mañana. Después del mediodía ya no me funcionan tan bien las ideas. Pero la inspiración es como todo en el mundo. Hay días mejores y días peores. Yo recomiendo sentarse frente a la computadora cada día, así la inspiración nos encuentra trabajando.
-¿Dónde prefiere escribir?
-Tengo una habitación con dragones, libros y adornos que me remiten a la fantasía y cada tanto los miro como si pudiesen motivarme.
-De los encuentros con sus lectores, ¿qué es lo que más le gusta?
-La verdad es que este último año he podido, además de disfrutar escribiendo, crecer en el contacto con los lectores. Y eso es algo fantástico. Siempre me gustó que alguien leyera lo que escribía, y me llena de felicidad cuando a la gente le gusta. Me gusta saber sus opiniones, qué partes les gustaron, qué personajes prefieren. Es como ver el libro desde otros ojos, desde una óptica diferente. Al igual que sucede entre Ghalas y Drael, las opiniones ajenas enriquecen, tanto si son positivas como si son negativas. Si uno está dispuesto a abrirse a la opinión, siempre saca algo positivo de ella. Espero poder seguir escribiendo historias que otros lean y disfruten. Y espero seguir mejorando. Todavía tengo un largo camino por delante.
Juan Ignacio Iribarne nació en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, hace 32 años.
Estudio en
el Instituto Nacional de cine y artes Audiovisuales (INCAA) titulándose
de Director de Sonido. Hizo varios largometrajes y trabajó para
distintas productoras de televisión. Sin embargo, desde los 18 años
comenzó a tener como hobby escribir.
Desde chico leía mucho, siendo su
predilección la ciencia ficción, especialmente Ray Bradbury e Issac
Asimov. Curiosamente recién a los 24
años empezó a leer fantasía, un genero que siempre le había atraído pero
por alguna razón no había profundizado hasta que se encontró con libros
como El señor de los anillos y la extensa saga de Dragonlans, la cual influenció en su obra.
Ahora
esta cumpliendo su sueño de publicar su saga fantástica.
Espero que les haya gustado la entrevista y que se animen a la lectura de Nubilum.
¡Espero sus comentarios!